Luis Castillo / El producto eres tú

AutorLuis Castillo

¿Te ha pasado que alguna vez buscaste algún producto, un boleto de avión, un hotel, y después en todos lados te aparecen ofertas de productos similares? Te salen banners, historias, anuncios, videos referentes a lo que buscaste. Seguramente también te ha pasado (esto es aterrador) que comentas con alguien sobre algún producto que te gustó y abres tu celular y te llueven ofertas sobre eso de lo que hablaste. Muchas veces pensamos que nosotros estamos en control de lo que consumimos, pero no siempre es así. A veces el producto somos nosotros.

El producto es tu atención. En las redes sociales miden el tiempo que ves historias o fotos, así deciden qué anuncios te ponen, porque eres más propenso a comprar eso que se te ofrece. Me explico, las redes sociales están diseñadas para ocupar tu atención para que posteriormente realices una acción. Sea darle clic a una suscripción, bajar una app, comprar un producto, hablar sobre un tema, comentar, reaccionar, votar, compartir. Esa atención se vende al mejor postor a través de las pujas que las marcas pagan por sus anuncios. Si quieres profundizar sobre este tema hay un documental magnífico en Netflix que se llama The Social Dilemma.

En la era del consumo, los sistemas se han ido sofisticando para poder segmentar mejor (micro targeting) a los consumidores. Te segmentan por rango de edad, sexo, preferencias, gustos, geográficamente, por idioma. Esto es gracias a los potentes sistemas de data mining y machine learning que tenemos hoy en día. Se podría decir que tu smartphone te conoce mejor que tus padres o que tú. Es como una extensión de nuestra persona.

Hoy, en tres clics estás listo para comprar o vender. La facilidad para consumir que tenemos hoy en día nunca antes se había visto. Comprar un medicamento, comida, productos, servicios. Esto es algo que tiene sus pros y contras. Los pros son la inmediatez y que en esta época de pandemia es sumamente útil para recibir lo que quieres sin necesidad de salir de casa. También es de mucha ayuda para las marcas para conocer mejor a sus consumidores. Pero a su vez, uno de los contras es que con tanta facilidad es un riesgo latente que consumir se nos vuelva una enfermedad. Además la huella de carbón y el cambio en las dinámicas sociales que deja el e-commerce son enormes.

Lo gratis no es gratis. Hay varios modelos en los que las apps ganan dinero, ya sea a través de mostrarte banners, anuncios o compartir tu información con terceros...

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