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M‚xico Channel / Puebla, la cuna del ma¡z

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Vincent
AutorHarry M”ller

Con el comienzo de la era neol¡tica en el continente americano, hace unos 7 mil 600 a¤os, aparecieron las primeras herramientas formales para la cacer¡a y la pesca: las puntas de flechas de pedernal y los anzuelos para pescar. Hasta entonces, el hombre y su familia llevaban la dura, incierta y azarosa vida n¢mada, la £nica que conoc¡an.

Entonces ocurri¢ algo trascendental que cambiar¡a todo para siempre: el hombre descubri¢ unas semillas arracimadas en lo alto de ciertas plantas, que esas semillas eran comestibles y que, en suficiente cantidad, quitaban el hambre; adem s pod¡an plantarse para que brotaran nuevas plantas y sus beneficios resultaban infinitos.

Hab¡a sido descubierto el ma¡z. Conclu¡a la necesidad del nomadismo. A partir de entonces, esta semilla nutrir¡a a todo el continente americano, como lo har¡an el trigo en Europa y el arroz en Asia. Sorprendentemente, en ese mismo tiempo, 5 mil 600 a¤os antes de Cristo, en las m rgenes del Nilo, los egipcios hac¡an el mismo descubrimiento que los pobladores del valle de Tehuac n.

La primera evidencia de ese hecho la obtuvo el paleobot nico y arque¢logo estadunidense Richard S. MacNeish al final de una detectivesca investigaci¢n. Bas ndose en las hip¢tesis de Paul C. Mangelsdorf publicadas en 1950, MacNeish realiz¢ una serie de estudios y exploraciones que hoy parecen incre¡bles. Por medio de cuidadosas excavaciones (o "catas", como dicen los arque¢logos), minuciosamente planeadas, desde Nuevo M‚xico hasta Per£, fue reduciendo la extensi¢n geogr fica de la existencia del primer ma¡z silvestre.

La b£squeda lo condujo m s tarde hasta Tamaulipas y Chihuahua, y cada vez que encontraba ma¡z m s antiguo, quer¡a hallar otro con m s edad todav¡a. Las excavaciones hechas en 1958 en Guatemala y Honduras, y posteriormente en Chiapas, no produjeron evidencia de mayor antigedad. Entonces, el rea por investigar qued¢ reducida a tres regiones, tres desiertos, uno en Oaxaca, otro en Guerrero y uno m s en Puebla. Cuando las dos primeras quedaron descartadas, MacNeish se traslad¢ a Tehuac n.

En esta zona se excav¢ en 38 cuevas sinxito, y fue en la 39 donde aparecieron, cerca de Coxcatl n (a 40 kil¢metros de la ciudad de Tehuac n), seis mazorcas, de las cuales tres aparec¡an mucho m s...

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