Mantienen buena salud a pesar del tiempo

AutorDubraska Romero

Con 45 mil pesos de capital, decidieron rentar una casa en Manuel Acuña 415, en el Sector Hidalgo.

Allí, un grupo de visionarios, encabezado por el profesor Miguel Álvarez Ochoa, fundó una empresa dedicada a la fabricación de medicamentos, originalmente sólo para niños.

Así, en 1945 nació Productos Infantiles, S.A., conocida actualmente, por sus siglas, como Laboratorios Pisa, compañía farmacéutica que, con capital 100 por ciento mexicano, tiene el 4 por ciento de un mercado muy fragmentado, principalmente por la presencia de empresas extranjeras.

Junto a Miguel Álvarez Ochoa figuran en la primer acta constitutiva de la empresa los médicos Luis Farah Mata, Francisco Ruiz Sánchez, Alfredo Zepeda Camarena, Roberto Ibarra Montoya, Benito Gutiérrez y Alejandro Ramírez, así como el profesor Luis Medina Gutiérrez.

Sin embargo, fue Álvarez Ochoa el principal impulsor del nacimiento de Laboratorios Pisa, y a pesar de que aportó sólo el 12 por ciento del capital inicial por no tener suficientes recursos, 40 años después de la fundación se convirtió en el accionista mayoritario.

Pisa empezó con dos trabajadores únicamente, quienes fueron responsables de que salieran al mercado los primeros productos de la empresa: Infrafen, gotas para tratar los cólicos de los bebés; Infalgina, gotas analgésicas y antipiréticas (que contrarrestan la fiebre), e Infaneumil, jarabe contra la tos.

Los productos fueron bien aceptados, rápidamente la oferta empezó a crecer y los registros de nuevos los productos en salubridad fueron en aumento.

La demanda de los productos de Laboratorios Pisa no sólo creció en Guadalajara, sino también en los Municipios cercanos y otros Estados.

A los cinco años, la empresa presumía ya la contratación de químicos para el control de calidad, así como de vendedores, almacenistas y transportistas.

Relevo generacional

El crecimiento y las ganas de tener una carrera dentro del negocio familiar, hicieron que Carlos Álvarez Bermejillo, segundo de los seis hijos de Álvarez Ochoa, ingresara en la fábrica.

Álvarez Bermejillo, un joven con apenas 20 años de edad y estudiante del segundo año de Ingeniería Química en la Universidad de Guadalajara, entró a trabajar en 1958. Poco a poco fue asumiendo las funciones de su padre, luego de pasar por todas las áreas de la compañía.

Así, a sus 40 años, se convirtió en director general, aunque su padre seguía siendo el presidente del consejo.

Álvarez Bermejillo tomó la presidencia a la muerte de su padre, en...

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