Manuel J. Jáuregui / Para todos

AutorManuel J. Jáuregui

Quien aspira al poder se apoya en UN partido político para llegar a él, pero quien llega y ostenta el poder gobierna PARA TODOS, independientemente del partido.

Esto es, un buen político gobierna para quienes votaron por él y para quienes votaron en su contra.

De ahí que los Gobiernos democráticos deben ser INCLUYENTES, no excluyentes.

Ayer, al responder sobre la manifestación protestando en varias ciudades del País simultáneamente, portando mantas en desacuerdo con sus políticas de divisionismo y confrontación, dijo sobre ella en su conferencia matutina el Presidente López que él trabaja a favor de los humildes, de los pobres y que eso "no gusta" a algunos.

Pamplinas: bien que lo haga, nadie está en contra de beneficiar a quienes sufren penurias.

Mas procurar esto no debe implicar el excluir al resto de la sociedad y el que lo haga el Presidente López no significa en automático que el resto de la sociedad esté en contra de los humildes o de los pobres.

Nadie se opone a que gobierne AMLO a favor de los necesitados, lo que no está bien es que por traumas del pasado gobierne EN CONTRA del resto de la sociedad, no escuchándola y no atendiéndola.

Una cosa no excluye a la otra, como al parecer insinúa cuando afirma que "no llegó para ser florero y que no aspira a ser monedita de oro".

La manifestación se gestó de manera inesperada y espontánea, protestaron decenas de miles de ciudadanos no porque ayude a los pobres, sino por las malas prácticas de Gobierno con las que ha iniciado su gestión.

A nadie beneficia que el Presidente provoque con sus dichos y hechos la división social, que genere enconos, que promueva la lucha de clases, que menosprecie y denoste en ocasiones la noble profesión de emprender, de generar riqueza y crear empleos.

No convence a un buen número de ciudadanos que, en lugar de enseñar a pescar, el Gobierno se dedique a regalar peces con el sello del régimen, creando el clientelismo que tanto denunció cuando era oposición, generando dependencia y comprando con el dinero público la lealtad de los más necesitados, EXPLOTANDO sus necesidades con fondos claramente político-electoreros.

Objeta la población, o por lo menos una parte importante de ella, que abuse del púlpito del poder para desde él OFENDER, agredir -y en ocasiones difamar- a simples ciudadanos.

No pocas veces ha tenido que pedir disculpas tras de que desde su "bully pulpit" se lanza con toda la investidura...

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