Manuel J. Jáuregui / Todo allá, nada aquí
| Autor | Manuel J. Jáuregui |
Los sobornos a Néstor Moreno, ex director de Operación de la CFE, se destaparon en una corte norteamericana; los negocios del sindicato petrolero se ventilaron en una demanda texana; los nexos del ex Gobernador tamaulipeco Yarrington con el narco y su enriquecimiento por esta causa se conocieron por denuncias de autoridades norteamericanas, e igual sucede con las malversaciones del ex presidente nacional del PRI y ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira y su equipo, acusados ahora de intentar lavar en Texas algo así como 35 millones de dólares recibidos como "moches" o sustraídos del erario.
Es mucho para ser casualidad, la conclusión sólo puede ser una: en el "nuevo" PRI, como en el viejo, robar no es delito. El delito es que te pesquen.
Es la única forma de explicar por qué todos estos casos de corrupción grave los conocemos por procesos originados fuera del País y no por investigaciones realizadas por nuestras autoridades.
A nadie se persigue aquí por enriquecimiento inexplicable, ni a los líderes del sindicato petrolero, ni al ex Gobernador Montiel, a nadie.
La corrupción no se combate, se tolera y al tolerarse se propicia.
De qué otra manera explicar, por ejemplo, que súbitamente una dependencia de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes haya cancelado sin agua va las tarjetas IAVE (Identificador Automático de Vehículos) pagadas y adquiridas por los usuarios de las autopistas de cuota que ahora -en plena epoca vacacional- quedan canceladas.
¿Por qué?
Pues porque la SCT decidió anularle el contrato al anterior proveedor para dárselo a uno nuevo, curiosamente un magnate del Estado de México, del todo próspero y próximo a ser beneficiado con una de las nuevas cadenas de televisión que se van a licitar.
Aun suponiendo que hubiese buenas razones para realizar tal cambio, lo menos que se pudiera esperar es que los ciudadanos no fueran perjudicados por esta "transición" y que las nuevas tarjetas de prepago estuviesen disponibles para sustituir a las que ya no funcionan (en las redes federales).
Mas no, los ciudadanos -para variar- bailan con la más fea y sufren las consecuencias de lo que seguramente es un nuevo negocio para algún favorito del favor imperial.
Mientras, nuestra Secretaría de Hacienda presume que está recaudando más: que le está sacando más dinero a los mexicanos e hinchando con éste sus cofres.
¡Qué buena noticia... para ellos, no para el pueblo!
Mientras no se combata la corrupción de una manera amplia, seria y a...
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