Marchan en Brasil pese a promesas

AutorAlberto Armendáriz

Corresponsal

RÍO DE JANEIRO.- Ayer se realizaron nuevas protestas en diversas ciudades de Brasil.

Ello, pese al compromiso hecho el viernes por la Presidenta Dilma Rousseff de invertir más en transporte público, educación y salud, como han reclamado las marchas de la última semana.

Las manifestaciones, empero, no fueron tan masivas ni tan violentas como las de otros días.

La más numerosa de ellas ocurrió en Belo Horizonte, donde más de 65 mil personas se congregaron en el centro y luego marcharon hasta el estadio de futbol Mineirão, donde México venció a Japón 2-1.

Como en otras ocasiones, la mayoría protestó por los multimillonarios gastos que han significado los estadios para la actual Copa Confederaciones y el Mundial de Futbol de 2014.

El estadio había sido previamente protegido por efectivos de la Tropa de Choque de la Policía y hubo serios choques con los manifestantes cuando intentaron quebrar el bloqueo. Hubo 10 heridos.

En São Paulo, unas 30 mil personas caminaron desde la Avenida Paulista hasta la Alcaldía de la ciudad, portando carteles en demanda de mayores inversiones en salud y educación.

A diferencia de las anteriores protestas, que terminaron en saqueos y actos de vandalismo, esta vez no hubo incidentes de violencia allí.

Tampoco los hubo en Río de Janeiro, donde manifestantes ocuparon pacíficamente parte de la playa de Copacabana con 500 pelotas de futbol como crítica a los gastos por los eventos deportivos.

"Nos preocupa el hecho de que la Presidenta haya hablado de la violencia de los saqueadores, lo que es justo.

"Pero no mencionó con el mismo énfasis la necesidad de que las fuerzas policiales no cometan abusos", resaltó Carlos Costa, de la agrupación Río de Paz, organizadora de la manifestación.

En Salvador, en cambio, sí hubo algunos choques menores con las fuerzas policiales fuera del estadio Fonte Nova.Afortunadamente, no hubo heridos.

Por lo general, tanto los medios de prensa como la mayor parte de la población recibió con buenos ojos las promesas de Rousseff de escuchar las...

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