Marketer / Atrapado en una industria
| Autor | Horacio Marchand |
PANAMÁ.- Me encuentro en una ciudad que, aunque bella, no planeaba visitar, y en un hotel donde tampoco quería estar. Es que ahora mismo yo debería estar en Medellín, en un hotel de mi elección, pero aquí estoy atrapado porque el vuelo DF-Panamá se retrasó y perdí mi conexión.
Tras casi dos horas de estar esperando turno para despegar, finalmente salió el avión; calculo que un 30 por ciento de los pasajeros perdimos nuestra conexión.
Anoche llegando nos recibió una panameña grandota y guapa, con rasgos mulatos, y su sonrisa nos desarmó; excepto a un argentino que gritaba cosas como: "ineficiencia, irresponsables, incapaces", hasta que finalmente un guardia de seguridad lo aplacó.
Empacados y atiborrados en un camión pequeño, se sentía hasta el aliento de todos y cada uno; todos oliendo a viaje y a frustración.
Sentí que íbamos en un camión urbano en hora pico y que además todos cargábamos con nuestro equipaje en los pasillos, en las piernas y arriba de unos y otros.
Me registré en un hotel, junto con otras 40 personas, y a dormir, excepto que en la habitación de al lado había un tipo que tenía la televisión a todo volumen.
Finalmente, a las 11:30 de la noche llamé a la recepción para quejarme. El tipo estaba dormido con la tele encendida. Desgraciado.
Al día siguiente nos topamos todo el grupo en un buffet "especial" para los que perdieron su avión; un porcentaje de ellos vestía la misma ropa del día anterior porque no les llegó la maleta.
Me sentí como en la serie televisiva de Lost, de ese avión que cae en una isla desconocida en medio de la nada donde tienen que aprender a colaborar como grupo y a sortear todas las adversidades.
Nuestro grupo no estaba tan mal. Había un par de religiosos brasileños que podrían ayudarnos a curar males del alma, también había una sicóloga dominicana, una especialista en deportes, tres ejecutivas mexicanas, dos atletas hondureños, un músico peruano, dos adolescentes, una empresaria tapatía, etcétera. No supe de ningún médico, pero hubiera sido bueno.
¿Qué es lo que pasa con los aviones que cada vez es más infrecuente que las cosas salgan bien?
Se pierden conexiones, se corre en los aeropuertos, se negocian lugares y asientos, se pierden maletas, se llega tarde, se cancelan vuelos, se alargan las filas en seguridad, se hacen pequeños los espacios.
Es que la industria de la aviación está rebasada.
Tiene problemas endémicos en función de que se diseñó hace décadas y bajo un marco mental propio de la era...
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