Marketer / Hacia la incompetencia en el área laboral

AutorHoracio M. Marchand

El puesto que ocupas, o el que sueñas con ocupar, irremediablemente te llevará a ser un incompetente. Este es el Principio de Peters: la persona va subiendo de puesto, hasta que llega al nivel justo donde ya no es competente -donde se requieren habilidades o perfiles diferentes- y ahí se estaciona; o cuando menos hasta que la persona truena o la despiden.

Esto es un problema serio. Peters asegura que casi todo el mundo que se encuentra en la alta jerarquía de las organizaciones, está operando en su nivel de incompetencia; por eso abundan ineficiencias, guerras, empresas que quiebran, Gobiernos mediocres.

Su argumento: "La incompetencia ordinaria no es causa de despido; la supercompetencia, por el contrario, conduce a menudo al despido porque trastorna la jerarquía y viola el primer mandamiento de la vida jerárquica: la jerarquía debe ser preservada".

Un exitoso empresario mexicano parece conocer intuitivamente el Principio de Peters: "yo soy un convencido de que la peor gente es la gente buena (refiriéndose al trabajo)".

¿La peor gente es la gente buena?

Es que a la gente buena -moviendo las manos, haciendo una leve mueca, como diciendo que no está mal- no la despides, pero sí ocupa un puesto e impide que una persona extraordinaria lo pueda ocupar. Por eso hay que -rápido- detectar a la gente que sólo es buena y cambiarla, sobre todo porque se puede estar frente a un caso de lo que Peters llama el Síndrome de la Colocación Final.

Síndrome de la Colocación Final: un conjunto de síntomas físico-emocionales que se manifiesta en la persona y que sirve como indicativo de que llegó a su nivel de incompetencia. Los buenos subordinados rara vez se convierten en buenos dirigentes (y quizá viceversa).

Algunos ejemplos de síntomas: colitis, hipertensión, jaquecas, diarrea, alcoholismo, trastornos alimenticios, alergias, náuseas, vértigos, impotencia sexual, ansiedad, sudoración excesiva, dermatitis nerviosa, padecimientos del sueño.

Siguen el estoicismo de Peters: "Característicamente, un buen doctor percibe la incapacidad del paciente en el trabajo, y procura desviar su atención hacia algo de lo que es capaz de realizar: pintar, jardinería, trotar, yoga, cocinar". La antítesis sería el médico que se aboca a curar síntomas con pastillas.

Conviene aclarar que la incompetencia no es de sólo un tipo. Puede ser incompetencia física (que el cuerpo no resiste el nivel de stress y exigencia), incompetencia emocional (incapacidad para leer bien a...

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