Desde mi Ladera/ Mediador de intereses contrarios
| Autor | Juan López |
El señor licenciado don José María Magallanes Valenzuela, no hace mucho elevado a la Presidencia del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, tuvo a bien recibirnos en su espacioso despacho presidencial al señor licenciado don Alvaro Ascencio Tene y a un servidor de usted, una tarde de tantas. Por elemental cortesía llegamos puntuales a la cita; la secretaria como todas las secretarias, con toda gentileza nos ofreció refrescos, té o café, yo no sé por qué no ofrecen un taco de algo más sustancioso, ya que da el caso que siempre ofrecen lo mismo; el tal ofrecimiento es para paliar el que su jefe no le puede recibir a uno en el momento acordado y con eso le juegan a uno el dedo en la boca a lo que hay que prestarse si se quiere conseguir lo que se pretende.
En tanto esperábamos la presencia de don José María, don Alvaro y yo hicimos referencias al bellísimo edificio en el que están instalados los señores Magistrados y, desde donde imparten inapelable aunque sí atacable justicia; platicamos que en donde estábamos parados había sido escuela secundaria, escuela normal y otros asientos más de instituciones dedicadas a muy variadas situaciones.
A poco tiempo fuimos notificados, que el Magistrado presidente nos recibiría en su gran despacho, lo que diciendo y haciendo pasamos a su despacho, perdón, a su megadespacho, cuyos muros sostienen los retratos de los presidentes del Supremo Tribunal de Justicia desde los 40 a estas fechas, por cierto, me parece que uno de los más antiguos es el de don Cástulo Romero, quien fuera también director de la Escuela Preparatoria de Jalisco y profesor de lógica en la misma institución; en la galería se pueden ver entre otros a don Julio Acero, el autor de Nuestro Procedimiento Penal; al inolvidable don Santiago Camarena y Camarena; a don Miguel Guevara Jiménez, la verdad se ha de decir, su auténtico apellido paterno era el de Ladrón de Guevara, pero, como don Miguel era muy talentoso y muy malicioso y, sabiéndose abogado prefirió quitarse lo de Ladrón: por ahí está don Alberto Orozco, quien de Presidente brincara a Ministro de la Suprema Corte de Justicia y, como ellos otros más que desempeñaran el encargo.
Las pláticas con don José María se iniciaron como se inician todas las pláticas entre gente que se precie de serlo, esto es, entre personas educadas; la plática se inició por saber de la salud del platicado y, en el caso presente de la novedad del cargo; poco a poco nos fuimos adentrando al tema de...
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