Meridiano/ Medio Oriente
| Autor | David Peñalfaro |
AUSTIN, Texas.- Es cierto que estamos viviendo y experimentando la era de la información, la llamada verdadera explosión de la comunicación; es también verdad que nos encontramos actualmente a la distancia de un botón o de una tecla para conocer las noticias más importantes del mundo "a tiempo real", es decir, casi en el momento en que están sucediendo.
Los avances que se han dado en los últimos años en cuanto a la tecnología informativa han sido tan grandes y los pasos que se han dado en ese sentido han sido tantos y tan vertiginosos que, inclusive, hemos perdido la capacidad de asombro ante las innovaciones y la rapidez. Curiosamente nos estamos "mal acostumbrando" a tener la posibilidad de la información en la yema de los dedos.
Pero también es digno de llamar la atención que los eventos que ocurren en el mundo, si están fuera de nuestro más inmediato rango de acción corto plazo, es decir, de nuestras ciudades, comunidades o colonias, o si no nos afectan en una forma muy directa, simplemente tienden a desaparecer de nuestra vista. El mundo se puede estar cayendo a pedazos, pero nosotros podemos continuar viendo por la tele un refrito más del doctor Chapatín en el Canal de las Estrellas, así es como funcionan las cosas en México.
Ejemplos de lo anterior bastan y sobran, pero traigo esta reflexión a colación específicamente por un evento, trágico y sangriento, que se están dando actualmente, quizás sí, a muchos kilómetros de distancia, pero cuya importancia sin lugar a dudas, en general, hemos despreciado. Me refiero, usted estimado lector lo adivinó, a los problemas y a la guerra caliente que se está dando en Medio Oriente.
Me da la impresión que en México tendemos a pensar en la línea de los seguidores de la famosa y poco controvertida corriente sociológica "¿pos y a mí qué?", es decir, creemos que si este conflicto se está dando literalmente en el otro extremo del mundo, pues no tiene nada que ver con nosotros, además he escuchado a mucha gente que dice, "pero no hay que preocuparse, ya que este conflicto se viene arrastrando desde tiempos bíblicos", como dando a entender que unos años más de guerra, o unos muertos más o dos o tres bombas activándose frente a inocentes no van a hacer mucha diferencia.
El conflicto árabe-israelí, efectivamente, se da a muchos kilómetros de distancia, pero los coletazos de este enfrentamiento, si continúa escalando, como lo ha venido haciendo en las últimas semanas, nos llegarán tarde que temprano, ya que...
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