La menor importancia / Tanto para esto

AutorJosé Israel Carranza

Aunque es evidente que falta mucho, todavía, para dar por terminadas las obras del Paseo Alcalde, lo que por ahora se ve permite ir haciéndose una idea del modo en que el Centro de la Ciudad habrá sido alterado por esa obra. De entrada, da la impresión de que la lentitud exasperante de los trabajos es absurda en razón de los resultados: al margen de los desafíos que haya encontrado el paso de la tuneladora famosa, desde la Normal y hasta la Plaza de la Bandera, al volver peatonal el tramo de superficie desde aquella glorieta hasta San Francisco se desaprovechó una oportunidad magnífica, ya no digamos de embellecerlo, sino al menos de darle dignidad. No se trataba, podría pensarse, únicamente de sacar a los vehículos de la Avenida Alcalde-16 de Septiembre: era la ocasión de que floreciera ahí, del mejor modo, la vida a pie que los reemplazara. Y lo que se hizo, más bien, fue desplegar unas de ocurrencias lamentables.

(Dije antes que la lentitud de la obra podría parecer absurda. Corrijo: en una realidad como la mexicana, la proliferación del desastre es siempre perfectamente explicable por causas como la ineptitud y la deshonestidad de las autoridades en turno y la impunidad que premiará las dagas que hagan. Así que nada de absurdo: la Línea 3 del Tren Ligero es un óptimo resumen de esa lógica...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR