La menor importancia / ¿Gentío? Claro

AutorJosé Israel Carranza

Hace cerca de dos años, cuando la atrocidad de Iguala levantaba una oleada de indignación que se tradujo en manifestaciones multitudinarias en México -con resonancia en varias ciudades del mundo-, el periodiquero que frecuento, agudo observador de este tiempo, me hizo comprender las dimensiones reales de esa reacción a la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Claro que don Mario se mostraba consternado, como toda gente de razón (y como toda persona con un mínimo de humanidad debería estarlo), pero cuando yo le pregunté qué consecuencias efectivas podrían tener esas manifestaciones -que parecían enormes, por la cantidad de gente que reu-

nían, que parecían el comienzo de una revolución-, me dijo, con la triste sabiduría del desencanto: "Deja que junten tantas personas como las que van a la llevada de la Virgen, y luego hablamos".

Me he acordado de esto desde el sábado, al ver la reacción de los habitantes de esa realidad ilusoria que son las redes sociales ante la copiosa asistencia que hubo a las manifestaciones en defensa de la llamada "familia natural" (cualquier cosa que eso quiera decir) y en contra de la supuesta "ideología de género" (igual). ¿Por qué extraña tanto que en este País salga tanta gente a la calle por semejante...

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