La Menor Importancia / Sencillo en el Fondo

AutorJosé Israel Carranza

La fórmula parece sencilla e infalible: abaratar libros y dejar las puertas abiertas por unas horas más de lo habitual. Con esto, la Librería José Luis Martínez del Fondo de Cultura Económica ha conseguido convocar a pequeñas pero considerables multitudes en tres ocasiones, y la más reciente, el miércoles pasado, ha hecho deseable que estas veladas excepcionales se vuelvan más frecuentes y sean una tradición en cuya regularidad los tapatíos podamos confiar. No sólo era la oportunidad de aprovechar descuentos y animarse a hacer las compras de libros que quizás habían venido posponiéndose a causa de lo repelentes que, por lo general, resultan sus precios, sino además la ocasión del encuentro y el reencuentro en un espacio por demás propicio: un auténtico centro de actividad cultural en esta ciudad que tan difícilmente entiende cómo funciona el público y cuáles deben ser las prioridades para su atención.

Fuera de la Feria Internacional del Libro, esos 10 días excepcionales en que las actividades y la oferta editorial atraen a miles de personas por las más diversas razones (el concierto, el gurú sanador, la conferencia del escritor renombrado, la posibilidad de conseguir títulos inconseguibles, el mero argüende, la mesa redonda, el futbolista que firma autógrafos, el espectáculo, los comics, los descuentos también), y puesto que la Feria Municipal sólo tiene a su favor el hecho de que queda en el trayecto de quienes de cualquier manera habrían tenido que pasar por ahí (pues de ahí en más es sólo una lamentable amontonamiento de puestos que poco ofrecen, un fracaso en el que se persevera de modo inverosímil, pues ya este año se vio que no sólo no hay la voluntad de corregir, sino ni siquiera la mínima sospecha de que la feria ha venido organizándose pésimamente desde hace mucho tiempo), las ventas nocturnas de la Joseluisa han constituido la iniciativa más exitosa para que la gente se acerque a los libros, con gusto y espontáneamente. No está de más recordar, en este punto, que en el Paseo Chapultepec -una buena idea mal llevada a cabo- los libreros de la ciudad dispusieron de un...

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