MIRADOR

AutorArmando Fuentes Aguirre

Las mulas, dice don Abundio, son muy rencorosas.

Los seminaristas, cuenta, pasaban las vacaciones de verano en el Potrero. Uno de ellos se molestó porque la mula del rancho no se dejó montar por él. Agarró un palo y la golpeó, enojado.

Pasaron los años. Cierto día llegó a Ábrego un cura de Saltillo a encabezar la procesión de la Virgen de la Luz. Iba por el camino con los fieles cuando una mula rompió la cuerda con que estaba atada, fue y le dio al presbítero una coz en las posaderas que lo lanzó a varios metros de distancia. El sacerdote era el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR