Economía y Empresa/ Misceláneas, no reformas estructurales

AutorSiegfried Herkommer

"Plus que ça change, plus c'est la mème chose", dicen los franceses, y en el México del cambio se traduciría como "por más que cambiamos, que reformamos, que simplificamos, es lo mismo o muy similar a lo de antes". Lo que ha estado sucediendo en nuestro México en los últimos dos meses es realmente frustrante y se requiere de más juventud y menos años de experiencia para no caer en un profundo pesimismo.

Exhortamos a la juventud a asumir una actitud optimista, propositiva -palabra muy de moda, cuya aplicación está muy difusa- y de crítica constructiva hacia el futuro próximo.

Lo que hemos experimentado en el curso del año 2001 es la confirmación de la burocracia de antaño con pocos cambios; no hemos visto una reforma estructural en los tres niveles de Gobierno, siguen las mismas Secretarías a nivel federal y en algunos estados hasta se aumentó el número de departamentos y secretarías. La eficiencia en la aplicación de los recursos sigue igual: únicamente del 20 al 30 por ciento llega a su destino, el resto queda en el camino absorbido por la burocracia, la ineficiencia administrativa y la inexperiencia de los nuevos mandos.

Mucho se ha dicho con respecto a la Reforma Fiscal que demostró un afán recaudatorio en detrimento de estímulos a la inversión, el verdadero creador de lugares de trabajo, por parte de la Secretaría de Hacienda y que fue reenfocada por el Congreso de la Unión en forma poco responsable, precipitada y con muestras de desconocimiento de la materia. Se creó una gran confusión, que desembocará, y así ya lo vislumbra Hacienda, en una probable reducción de la recaudación, efecto coadyuvado por la recesión cuyo fin todavía no se ve. Ante este panorama, el Gobierno federal ya respondió con una cancelación de subsidios a la energía eléctrica, afectando como es costumbre en este país a la clase media y media-baja, cuya actuación normalmente propicia el desarrollo, el cual brilla por su ausencia.

Parecen desconocer las autoridades que las medidas de política fiscal que decretaron afectan en forma seria la competitividad de las empresas mexicanas. Son causas de incremento de costos las reformas en materia del crédito al salario que traslada una función redistributiva del Gobierno a las empresas particulares, y en forma especial a las empresas que más mano de obra emplean. Parece que los Gobiernos federal y estatales se empeñan en castigar a los que emplean mano de obra; me pregunto por la congruencia con las políticas de empleo. Esta...

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