Mónica Pérez Taylor/ Violadas, embarazadas y encarceladas

AutorMónica Pérez Taylor

Ha sucedido un hecho que vuelve a traer a debate el tema escabroso del aborto, delito castigado en México con tres a ocho años de prisión. Por mayoría panista (17 votos a favor, 16 en contra) se aprobó la reforma del artículo 163 del Código Penal de Guanajuato para suprimir el párrafo en el que se exoneraba del castigo a las mujeres que, violadas, quedaran embarazadas y decidieran someterse a un aborto. Una legislación que se pretende modificar en contra de los derechos íntimos de la mujer violada y preñada por una bestia. Y haría falta ser muy insensible o hipócrita para no admitir que una mujer, o una niña, bajo esas circunstancias, tenga todo el derecho de suspender la gestación de ese otro ser que no debió ser, pues ella es prioridad como ser humano vivo y fue objeto de una agresión criminal. La mujer violada y embarazada debía ser la primera y última en tener la palabra después de haber sufrido la peor vejación que pueda sufrir un ser humano.

Queda claro que las mujeres sabemos de nuestros derechos. Las mujeres en Guanajuato se manifestaron fuera de la sede del Palacio Legislativo, otro grupo llegó de la Ciudad de México repudiando la reforma, y se ha hecho de esto un gran evento a nivel nacional. Lo que pretenden hacer en Guanajuato sería un retroceso en la ley que suprime los derechos de la mujer violada y traerá una vez más una discusión exaltada y moralista sobre un tema que debe ser tratado como problema judicial, social y de salud pública.

Fox ha sido muy cauteloso en tratar el tema del aborto, y lo de Guanajuato le deja la papa caliente en las manos porque más de 200 grupos independientes y políticos de mujeres están dispuestas a no permitir la modificación y a continuar en lucha. Los Diputados panistas se dieron su baño de pureza y mostraron su "superioridad moral" y, como jueces implacables de las vidas íntimas de las mujeres violadas, las condenan doblemente en una simulación, pues bien saben que con ley o sin ley, una mujer embarazada que decide abortar en México lo puede hacer en las mejores condiciones o en las peores, violadas o no y nadie las encarcela. El aborto está permitido de facto, lo demás es pura hipocresía. Legislar al respecto en una sociedad machista ha sido arduo, y pequeños logros como no ser encarcelada si se decide interrumpir un embarazo producto de una violación, no deben ser echados para atrás. Y si las leyes de los estados las contemplan, éstas deben ser estrictas y no deben de ser sujetas a presiones...

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