Monosabios: Héroes anónimos de la Fiesta
| Autor | Antonio Santos |
En la fiesta brava, los principales protagonistas son el torero y el toro, pues estos dos personajes son el eje principal sobre el que giran los demás personajes secundarios, como lo son todos aquellos relacionados que disfrutan y viven apasionadamente de este espectáculo, que para muchos otros se convierte en una forma de vida.
Bajo esta consigna, los eslabones de la fiesta taurina son muchos y muy variados, unos más importantes que otros, pero siempre bien concatenados entre sí, y de entre todos ellos hay uno de vital trascendencia para que la fiesta de toros se lleve a cabo con todo orden, categoría y seguridad.
Ese importante eslabón lo componen los servidores de plaza, los útiles y poco apreciados monosabios, quienes gracias a su trabajo, cada domingo se puede llevar a cabo sin contratiempos la función taurina.
Ellos, a diferencia de los famosos diestros actuantes, hacen su labor en el anonimato del callejón, corrales y patios de cuadrillas, no se dejan ver mucho y pocos son los que aprecian su modesta, pero imprescindible labor.
Cuando el torero asoma por la puerta de cuadrillas para hacer el paseíllo, el ruedo se encuentra perfectamente regado y emparejado, los toros que habrá de lidiar ya están cuidadosamente entorilados, mientras que los instrumentos de los banderilleros y picadores, incluyendo los caballos de picar, están listos para ser utilizados, y todo esto gracias a los monosabios.
Este singular nombre viene probablemente desde el siglo pasado, cuando existía un espectáculo callejero en España con monos que hacían pruebas y acrobacias que asombraban a los testigos por su destacada "inteligencia".
Estos graciosos y entendidos changuitos eran vestidos con pantaloncillos y camisas blancos, con una faja amarrada a la cintura y un simpática gorrita, por lo que cuando los primeros servidores de plazas madrileños empezaron a vestirse con similares atuendos fueron llamados monosabios.
La Plaza de Toros Nuevo Progreso, en Guadalajara, cuenta con un grupo sindicalizado de trabajadores del servicio de plaza, uno de los más numerosos y mejor organizados del País, pues con sus 45 agremiados y 5 aspirantes las funciones logísticas requeridas para toda corrida se llevan a cabo con toda responsabilidad y profesionalismo.
En este grupo, que recién cumplió 69 años de fundación formal, existen miembros con más de 35 años de servicio, otros con más de 50 y uno más que rebasa los 70, como el caso del conocido don Genaro Aceves, quien es monosabio...
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