'El morbo es inevitable'

AutorSilvia Isabel Gámez

Hubo una época en que Óscar Collazos, armado con binoculares y un vaso de whisky, se sentaba con la luz apagada a ejercer de voyeur con sus vecinos de las bogotanas Torres del Parque. "Pero me llevaba grandes decepciones", recuerda, "hasta que decidí sorprenderme yo mismo e imaginé que veía un asesinato".

Cuando la realidad no resulta satisfactoria, hay que inventarla, dice el escritor colombiano. Y eso hizo: imaginar a una modelo bellísima, Érika Muñoz, en un cachondo striptease que culmina con la muerte, víctima de dos disparos. Este hecho insólito es grabado por un voyeurista profesional, el ex fiscal Raúl Blasco, lo que desencadena una trama cruzada por el narcotráfico, la corrupción de la política y la industria de la belleza.

La Modelo Asesinada apareció en Colombia en 1999. Surge de la realidad política que Collazos, uno de los articulistas más leídos de su país, reflejaba en sus columnas. Entonces se dijo que su protagonista se inspiraba en la ex Señorita Colombia Martha Lucía Echeverry, pareja de uno de los capos del cartel de Cali, y nadie dudó que el presidente a quien no dejaban dormir las acusaciones de haber aceptado dinero del narcotráfico en su campaña era Ernesto Samper.

"El morbo es inevitable", reconoce Collazos. Pero esa realidad que refleja la novela, la corrupción a todos los niveles provocada por el narco, aún persiste, lo mismo que un mercado de la belleza codiciado por los criminales. Érika, la modelo asesinada, es ambiciosa y comete el error de jugar con fuego.

"Ni Érika ni muchos personajes saben que cuando se relacionan con mafiosos van a ser beneficiarios de su riqueza, pero también víctimas de un poder que tiene todos los componentes del machismo más feroz. La fidelidad que...

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