La movida aún se mueve

AutorRogelio Elizalde

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MADRID, España.- Uno a uno, los sueños de León habían desaparecido. Ser el delantero que devolviera a la primera división al Real Oviedo -el equipo de futbol donde jugó su abuelo hacia 1950-, y publicar alguna de sus cuatro novelas fueron globos que soltó al cielo cuando se mudó de su natal Navia, Asturias, a Madrid.

León, pelirrojo barbado de 29 años, llegó en el mejor momento a Malasaña, barrio al norte de la Gran Vía, famoso por ser el epicentro de la escena contracultural de los años 70 y 80, conocida como La Movida Madrileña.

Tomó un trabajo en una tienda de ropa vintage de la calle Velarde, cerca del metro Tribunal.

Esta zona, junto con el barrio vecino de Chueca, vio florecer el arte en la época posfranquista: música, literatura, fanzines, graffiti, diseño y cine.

El impulso artístico se mantiene hasta hoy, a juzgar por la cantidad por metro cuadrado de negocios creativos, alternativos y nostálgicos. Tiendas de cómics y discos de vinil, invernaderos hidropónicos caseros, salones de tatuado, librerías de segunda mano y barecitos de punk y rock.

"La gente aquí se entrega a una existencia creativa, donde la imaginación representa un latido de indestructible poesía que promueve la esperanza en el desolado escenario de la crisis", dice sonriente el asturiano de ojos chiquitos que apenas se ven tras sus lentes de pasta.

Cuando la tarde es soleada, los comensales llegan a la plaza del Dos de Mayo -entre la calle San Andrés y un par de corredores peatonales- a beber vino y escuchar cantos con guitarra de almas...

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