La mudanza de las FARC

AutorDaniel Millán

El viernes 12 de abril, poco antes del mediodía, Marco León Calarcá salió por última vez del departamento ubicado en la Avenida Prolongación San Antonio, de Colonia Del Valle, que durante años fungió como la oficina de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia en México.

Maletas en mano, acompañado de una mujer -presuntamente la también guerrillera Olga Marín- y una niña, el corpulento y barbado hombre abordó un Tsuru rojo. El vehículo fue escoltado por otros dos automóviles y una motocicleta.

Con este operativo -del cual el Gobierno federal no informó pero que fue relatado por varios testigos- terminó oficialmente la estancia de 10 años de la oficina de las FARC en México.

La oficina fue abierta, según el argumento de las autoridades mexicanas, con la intención de mantener un puente para el proceso de paz en Colombia y contó con el aval de Bogotá.

Varios días antes, el Presidente colombiano Andrés Pastrana había pedido a su homólogo Vicente Fox el cierre de la oficina. Ello, tras haber declarado finiquitado el proceso de paz en ese país, argumentando que las FARC no querían negociar.

Finalmente el desalojo del departamento y la salida de los farquistas se realizó sin previo anuncio oficial.

Fue apenas el martes pasado cuando el Embajador mexicano en Bogotá, Luis Ortiz Monasterio, dio cuenta de que los representantes del grupo armado habían dejado el país.

El periódico colombiano El Tiempo aseguró ayer que Luis Alberto Albán Burbano, alías "Marco León Calarcá", y Liliana López Palacios, alías "Olga Marín" , habrían viajado de México a Venezuela. Pastrana informó en Washington que solicitará a su similar venezolano Hugo Chávez confirmar o desmentir la versión. Según agencias, indicó que ningún país latinoamericano debe dar refugio a "narcoterroristas".

Ortiz Monasterio dijo a El Tiempo que la única certeza que tenían es que los representantes de la guerrilla habían abandonado su país porque la visa se les había vencido, y que las oficinas de las FARC en México fue desocupada el viernes.

Vigilados día y noche

Los vecinos recuerdan a Calarcá y a los otros representantes de las FARC como personas tranquilas, ajenas al bullicio y que no tomaban alcohol.

Durante años, muchos los residentes no sabían quiénes eran sus vecinos. Algunos lo supieron tras ver a Calarcá, entrevistado en un noticiero español...

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