Myriam Vachez Plagnol/ Los micronacionalismos

AutorMyriam Vachez Plagnol

¡Cuánta literatura se ha publicado desde la caída del Muro de Berlín y el derrumbe del socialismo! Sobre la falta de contrapeso actual, y al parecer definitivo, frente al modelo del capitalismo salvaje y el liberalismo económico, financiero, mundializado. Sobre la desaparición de la "otra opción". ¡Cuántas bibliotecas se han llenado de libros de análisis objetivos o de recuerdos nostálgicos!

El problema de fondo, el que aparece ahora como de peso, no es la desaparición del socialismo real o la muerte de una ideología que mantuvo al mundo interesado, atento, en Guerra Fría, en tensiones y distensiones, no, el problema de fondo es que ahora se debe recomponer geográficamente ¡la mitad del mundo! Ese es y va a ser el verdadero reto para el inicio del Siglo 21. Ese es y va a ser el motivo de las preocupaciones occidentales por largo rato.

Yugoslavia, Bosnia, Serbia, Kosovo, Chechenia... estamos hablando de poblaciones de algunos millares de habitantes que quieren su independencia. Algunos de estos países son realmente muy pequeños (¡la superficie de Chechenia es la mitad de la de Suiza!) y desean a como de lugar ser autónomos. Estamos hablando de una enorme parte del mundo que simplemente, tras quitarle la camisa de fuerza de la Unión Soviética, voló en decenas de pedazos que ahora pretenden ser muchos más. Es prácticamente imposible, por el momento, predecir hasta dónde van a llegar estos conflictos de nacionalidades, con tintes raciales y religiosos muy marcados, acompañados de intereses económicos y pretensiones territoriales que se dicen respaldadas por la historia propia de cada pueblo... Serbia, por ejemplo, siempre argumentó que su pasado histórico está plasmado en cada ciudad de Kosovo. Rusia, por su lado, sigue con su eterna pretensión de tener un acceso directo al mar Caspio, a pesar de haber sido históricamente frenada por la resistencia de los aguerridos guerreros chechenos, esos mismos que Moscú nombra "rebeldes" y "terroristas".

La situación está tan enredada que en el alud de noticias que nos llegan cada día se oye de todo y lo contrario: ante las críticas reiteradas de todos los países occidentales y como muestra de buena voluntad, Moscú mandó el mes pasado un representante encargado de vigilar que el Ejército ruso no viole los derechos humanos de la población civil de Chechenia, que el mismo Ejército ruso, según afirman los testigos, ya se encargó de diezmar y deportar masivamente.

Georgia acusó a Rusia de estar abasteciendo a...

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