Myriam Vachez / Monarquía coreana

AutorMyriam Vachez

Muere Kim Jong Il y le sucede de inmediato al frente del Estado -comunista- de Corea del Norte, su hijo menor, Kim Jong Un. Para empezar, es interesante que sea el menor de los tres hijos del dictador quien tome el relevo en el "trono" y eso habla por sí mismo, dándole la respuesta a quienes se preguntan si habrá algún cambio, alguna apertura en el régimen norcoreano.

En mi opinión no habrá ninguna modificación, porque si el padre escogió a ese joven menor de 30 años para sucederle es que confiaba plenamente en que éste, con todo y sus estudios realizados en Suiza, era el más apto para seguir fielmente el camino trazado. Por otro lado, el joven heredero, dicen, se parece a su padre en todo, tanto físicamente como en su carácter duro e intransigente y esa fue sin duda una razón de peso a la hora de elegirlo, y más cuando sus dos hermanos mayores han vivido una vida de juniors en el lujo y la irresponsabilidad, al grado que uno de ellos fue expulsado de Japón, donde intentó ingresar con un pasaporte falso, cancelando con ello para siempre, a los ojos de su padre, sus posibilidades de sucederle.

Hablar de lujos en Corea del Norte, donde la pobreza y el analfabetismo son impresionantes, es obviamente terrible pero nadie ignora cómo vivía Kim Jong Il, ni su gusto por los autos más caros, los manjares y vinos que mandaba importar cuando se le antojaban o los palacios que le construían para su uso personal y el de sus esposas.

Corea del Norte es el prototipo del Estado canalla para los Estados Unidos. Verdaderamente se pregunta uno cómo es posible que este país se haya dotado del arma nuclear, atreviéndose de paso a violar todos los acuerdos internacionales que había suscrito; cómo es posible que siempre esté provocando a los Estados Unidos y manteniendo la tensión al máximo con Corea del Sur. Y más que nada, cómo es posible que su gente tolere ser gobernada por una dinastía, una dinastía que impone el comunismo, lo cual es en sí una aberración, pero cuyos miembros viven, además, como los más ricos del mundo sin siquiera intentar disimularlo.

Propaganda muy eficaz, prohibición absoluta de internet, imposibilidad de salir allende las fronteras para ver qué sucede en el mundo, analfabetismo y educación muy vigilada, bueno ni los países más pobres de...

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