Myriam Vachez / Paradojas de la globalización

AutorMyriam Vachez

Los nuevos conflictos que aparecen en esta época de la globalización, de la ciudad mundo, tienen que ver -qué paradoja- con la cuestión religiosa. Paradoja, porque precisamente la globalización y su mestizaje cultural son los que deberían en principio salvar al mundo de los conflictos, y más de los ideológicos. La última religión del siglo 20, el marxismo, que contenía en el fondo y en la forma una posición mesiánica de redención universal fue venturosamente liquidada.

Pero, dado que dos de las grandes religiones monoteístas, el islamismo y el cristianismo, tienen propósitos universales, es decir, se consideran a sí mismos verdades únicas con todo lo que implica el proceso mesiánico de salvación, el mestizaje cultural y la tolerancia topan con pared y curiosamente cada vez más alta.

Muchos califican la globalización como un proceso técnico, económico y científico de universalización de un saber útil para todos, cierto para todos y comunicable para todos. La ciudad mundo o la aldea mundo se empequeñece y se democratiza precisamente con este proceso de globalización.

Los derechos del hombre, los derechos específicos de la mujer y de toda minoría se convierten en exigencias, por ser destinados a la humanidad en su conjunto. Y resulta que en el mundo islámico continúan los padecimientos históricos de la mujer, con el argumento de que la globalización es una proposición occidental.

La cantidad de información que se tiene gracias al Internet nos hace más cercanos a los problemas del hombre, a lo humano, pero también crea un hiper individualismo que, de nuevo paradójicamente, se traduce en mayor soledad, donde no cuentan para nada los temas humanos.

Todo esto significa que la globalización tiene infinitas ventajas, pero también deberíamos estar atentos a sus profundas desventajas y a sus aspectos regresivos que inciden en la vida diaria de una humanidad que sabe más, que está más informada, pero paradójicamente vive en el autismo de su computadora.

Es paradójico que en esta época tecnocientífica, las religiones sean el motivo de las guerras, mientras el terrorismo globalizado saca enormes posibilidades de la existencia del Internet.

En este mundo globalizado, bajo la dirección de los Estados Unidos, donde es un hecho incuestionable la interdependencia económica, es extraño que...

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