Navidad con los Landeta
| Autor | Taydé del Río |
Son una familia artística muy trabajadora; sin embargo, Manuel Landeta, su esposa Angelina y sus hijos Imanol y Jordi se dan tiempo para celebrar la Navidad a todo lo grande año con año.
"Yo no quiero ni ser aburrido ni parecer dogmático, pero creo que si los seres humanos nos organizamos y nos ponemos a chambear a conciencia, puedes hacer de todo. Así como todo cabe en esta casa, también en un día se pueden hacer muchas cosas", explica Manuel.
Esto podrían ser sólo palabras, pero desde que se pisa el quicio de la puerta de la casa de la familia Landeta, es evidente que todos saben cómo organizarse para poder dedicarse a muchas actividades y tener tiempo, incluso, para la diversión.
De hecho, durante la visita, Jordi está de viaje en Michoacán, acompañado de su mamá, filmando la película Serafín, e Imanol se encuentra concentrado en su clase particular de matemáticas, y sin embargo, su hogar huele a Navidad en cada uno de los rincones.
Se trata de una casa de tres pisos. El primero es la entrada directa a una escalera que conduce hacia el primer piso, donde están el comedor, la sala, la cocina y tres recámaras.
Una guirnalda decorada con adornos en forma de racimos de uva, hojas de parra doradas y moños del mismo color sobre una puerta de madera café oscuro, dan la bienvenida a este primer nivel del inmueble
Más adentro está el comedor, en cristal y madera, sobre cuya mesa luce esplendorosa una corona con motivos dorados, que rodea a un quinqué y que se repite una y otra vez a través de los dos espejos que cubren las paredes laterales de esta estancia.
A lo largo de la sala hay velas plata y dorado, repartidas por las repisas de cristal, el piano de Imanol y un mueble en madera.
Casitas con colores propios de esta época, varios muñecos con la efigie de Santa Clos y muñequitos de nieve también se mezclan en las repisas con las fotos de la familia, además de que cuatro botitas con los nombres de Manuel, Angelina, Jordi e Imanol lucen orgullosas en una de las paredes.
Entre el comedor y la sala hay una escultura mediana de San Miguel Arcángel, con la espada en la mano, aunque Manuel explica que ésta no fue colocada ahí por la Navidad.
"Está permanente ahí, aunque yo creo que se va a ir a una casa que estamos haciendo en Malinalco", explica.
Por supuesto, de todos, el motivo más llamativo es el pino de Navidad, que en una de las esquinas de la sala, da un toque muy cálido a la casa con sus adornos plata con dorado en forma de racimos de uva y...
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