No le bajan espuma en sus chocolates

AutorJorge Velazco

La elaboración de chocolate es una tradición en la familia Alcalá Quezada, que ya lleva tres generaciones en Totatiche, Jalisco.

Fue la abuela Arcadia Jara, por el año de 1920, quien comenzó a preparar el chocolate para el consumo de la familia; posteriormente heredó la receta a su hija, Herminia Valdés Jara, y ella la transmitió a su propia hija, Yolanda Quezada.

Este último eslabón de la familia y su esposo, Austreberto Alcalá Delgado, son los que elaboran y comercializan el chocolate que se caracteriza por su sabor y calidad, y compite con marcas como Chocolate Abuelita.

"En un principio lo hacíamos porque a mí y a mi esposo nos gusta mucho, somos muy chocolateros; entonces lo hacíamos para consumo familiar", dijo Yolanda Quezada.

El producto poco a poco fue conociéndose entre familiares y amistades, quienes después lo pidieron para comprarlo.

"En una ocasión una tía vino de Guadalajara y le regalamos unas tabletas que había elaborado manualmente, luego ella se las llevó a sus vecinas, que le dijeron que estaba muy bueno, que podrían pagar a como lo vendieran, y luego ella me lo platicó. Así fue como se nos ocurrió la idea de producir para venderlo", explicó.

En 1997, Yolanda Quezada y su esposo incursionaron en la comercialización.

Con un ahorro de 30 mil pesos que tenían en aquel tiempo compraron los primeros moldes y máquinas para elaborar el chocolate e instalar una pequeña fábrica a la que denominaron Cooperativa Productos Alcalá, pero que se le conoce como Chocolate Alcalá.

En un principio producían alrededor de 2 kilogramos cada dos semanas que colocaban en el pueblo.

"Venía la gente a la casa, o lo vendíamos en una tiendita de mi suegra y ahí la gente lo buscaba, mi suegra me decía que ya no querían otro chocolate, solamente el mío", indicó.

Inicialmente lo preparaban de manera manual en la cocina, y posteriormente mandaron a hacer máquinas y un pequeño molino para incrementar la producción.

"Ya las maquinitas no cabían en la cocina, entonces decidieron acondicionar un cuarto para su elaboración", recordó la empresaria.

Actualmente fabrican 100 cajas al día, es decir, 12 kilos y medio de cacao, que se venden en Jalisco, Zacatecas, Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro, Nuevo León, entre otros.

Las presentaciones que manejan son chocolate normal y amargo en 360 y 900 gramos. El costo al público de 30 pesos el normal y de 35 pesos el amargo.

En esta pequeña fábrica trabajan cinco empleados, pero en temporada alta, de...

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