No dejes que se desinflen

AutorAndrea Martínez de la Vega

Para que un niño pueda desarrollar su individualidad no bastan los modales y valores que aprenda en casa ni los conocimientos que se le impartan en la escuela. Resulta vital que se enfrente también a frustraciones, coinciden especialistas.

Esto, debido a que es inevitable que el niño viva situaciones que no corresponden a lo deseado o lo planeado, asegura Gloria Herrera, académica de la escuela de Pedagogía de la Universidad Panamericana.

"La frustración se va aprendiendo a lo largo de la vida, no nada más con un ejemplo o enseñándole a los niños qué es".

Sin embargo, si bien es importante que los menores aprendan a lidiar con situaciones humanas propias del crecimiento y de la vida misma, la maestra Guinduri Rossell, docente del Departamento de Psicología de la Universidad Iberoamericana, explica los riesgos de caer en el otro extremo.

"Aquí el reto es que la frustración no sea tan grande que pueda mermar la autoestima del niño. Lo que van a aprender si se frustran mucho es a decir 'no lo vuelvo a intentar'", dice.

"Por ejemplo, si un niño que está empezando a andar en bicicleta se cae y no se le explica que en el proceso se va a equivocar, pero que aprende".

Para la académica, es importante quitarle al fracaso la connotación negativa.

La introspección y el análisis de los defectos y fortalezas puede ayudar en el proceso de enfrentarse a retos, explica la licenciada en psicología María Elena Arango, de Azomalli Servicios Psicológicos.

"Es importante que entiendan que no son perfectos, que todo implica esfuerzo, pero que los errores pueden corregirse y...

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