'No suban niños al tren de la guerra'
| Autor | Gustavo Aréchiga |
El deseo más grande que ha llevado el director Luis Mandoki en el bolsillo, mientras camina con su película Voces Inocentes, es que la gente despierte a la realidad de los niños que engrosan las filas de los ejércitos y las guerrillas alrededor del planeta.
La cinta escrita por el guionista Óscar Torres, quien vivió en la década de los 80 el conflicto armado entre el Ejército de El Salvador y las fuerzas guerrilleras del FMLN, es ahora una bandera de lucha para el cineasta. Parece que Mandoki, sin politizar, no quita el dedo del renglón. Filmarla fue un "huracán" y hablar de ella también lo es.
El director considera que las noticias cotidianas informan sobre Iraq, pero no de lo que sucede dentro de las casas, en las escuelas y en la vida de las familias. Por eso asegura que Voces Inocentes quiere entrar a un "mundo desensibilizado", con el potencial para despertar a la gente.
"Hoy en día, hay niños en diferentes lugares del mundo que viven con un fusil. En el mejor de los casos están matando a alguien y en el peor de los casos los están matando a ellos", dice.
"Por eso me sigue doliendo, ahora como adulto, el saber que las voces de los niños casi nunca son escuchadas. Tomamos decisiones por ellos, hacemos clasificaciones de películas por ellos, hacemos leyes por ellos, pero ellos tienen una voz que nunca se escucha. La intención de esta película es que los niños tienen voces, que las escuchemos, y que nunca más se suban al tren de la guerra".
Presente en Guadalajara ayer, para promocionar la cinta que se estrena el viernes, contó que en la premier en la Ciudad de México le preguntó a uno de los niños actores sobre lo que había aprendido en las locaciones y su respuesta lo dejó en silencio.
"Estos niños no tenían ninguna experiencia en guerras. Su respuesta fue: 'Me gustaría que los gobiernos pensaran en los niños antes de gobernar'".
En silencio también se quedó una de las primeras personas que vio la película, Gabriel García Márquez. El Nobel colombiano le dijo después de la proyección, durante un lapso sin decir nada, que era un crítico voraz, pero Voces Inocentes lo había llevado de la mano al campo de guerra.
"Eso me dio mucho gusto", confiesa Mandoki, "porque creo que te metes en la realidad de la historia y la sientes; eso es lo que provoca al final de la película".
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Por méritos propios, y a raíz de que Amnistía Internacional y la Cruz Roja Internacional han promovido el largometraje como una denuncia para...
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