Mexicar/ Obras son amores

AutorEnrique Canales

Aun con nuestro apoyo apenas la ONU pretende visitar a Cuba para evaluar la falta de derechos humanos, bien, pero siguen siendo palabras; faltan muchas obras por hacer para que los cubanos de hecho obtengan más libertad.

En el estudio de la sintaxis en desuso me ha interesado el proverbio "obras son amores y no buenas razones", sin embargo ahora me interesa por su contenido; el amor se expresa con la acción. Muchos años atrás el Nazareno dijo: "por sus obras los conoceréis". Estas expresiones, para mí, representan las piedras fundamentales de la filosofía positivista de Comte, la cual recomienda que se analicen y se evalúen las acciones de las personas descartando todo lo que digan sobre sus intenciones. La ONU hablará, falta ver lo que haga.

Esta filosofía positivista molesta a los dogmáticos de todo tipo que buscan con palabras convencer de lo que no pueden realizar. Si juzgamos tan sólo las acciones, observamos de otro color el espectro político social. Por ejemplo, cuando alguien habla de "defender a la industria nacional" y en realidad su obra defiende la ineptitud de un gremio, vemos que sus obras no expresan el amor a un México moderno, sino a mantener la pobreza que arrastramos.

Si juzgamos a Hugo Chávez por lo que ha hecho y no por las palabras y promesas que ha expectorado, nos quedamos con un incompetente atroz. Claro, la incompetencia es motivo de disgusto general pero no es razón legal suficiente para derrocarlo. Ahora Hugo va a tener más oportunidad de utilizar su incapacidad para destruir a Venezuela.

Si analizamos y evaluamos las acciones de Hugo Chávez y descartamos todo lo que ha dicho, ¿qué vemos? Pues la construcción de una dictadura apropiándose de más poderes, ¿para qué? ¿Para lograr más progreso del pueblo venezolano? Exactamente igual lo dijo Fidel Castro allá por los albores de su Gobierno en 1960. Los dictadores siempre necesitan todos los poderes y acallar la prensa y la tele libre para aislar a su pueblo. Entre más poder tenga la autoridad menos poder tiene el ciudadano y entre menos poder tenga el ciudadano, menos puede progresar y más pobre es.

Entonces, urge hacernos de los indicadores objetivos del movimiento de la sociedad, utilizando la ciencia positiva, comprobable, verídica. Necesitamos indicadores repetibles y constantes a través de varios mecanismos de medición social, para medir el efecto de las obras que hacen nuestras autoridades. No se me hace mala la idea del PRI de crear el Instituto de Evaluación...

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