Opinión Invitada / Alberto Villanueva: Pintar la raya vs. corrupción

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Socialmente parece que si los políticos se involucran en actos de corrupción, en la empresa se tiene permiso para hacer lo mismo en cualquier parte del mundo, pero ello no es así.

En México, la Ley General de Responsabilidades Administrativas rige tanto para servidores públicos en el desempeño de sus funciones, como para particulares, por actos y faltas administrativas en las que esencialmente se obtenga un beneficio, provecho, ventaja personal o a favor de terceros; una compensación, prestación, dádiva, obsequio o regalo de cualquier persona u organización.

Sin embargo, ninguna ley va a lograr su objetivo si no se ponen los medios para hacer que se cumpla.

Y es aquí donde la empresa debe pintar claramente la raya contra la corrupción, definiendo expresamente en sus políticas, las conductas que deben realizar tanto los empleados como el patrón, accionistas, consejeros y todo aquel con el que tengan negocios, los mecanismos para facilitar el conocimiento de hechos (mediante denuncia por línea telefónica, correo electrónico, buzón, etcétera), la protección al denunciante, los procesos de investigación y las sanciones que procedan imponerse cuando resulte alguna responsabilidad.

El éxito para erradicar o anticipar la corrupción parte de la congruencia que la empresa asuma en sus actos de negocios o sociales, y para ello el ejemplo es fundamental...

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