Opinión Invitada / Alfonso Pompa Padilla: Hazaña inspiradora

AutorOpinión Invitada

A 50 años del gran acontecimiento de la conquista de la Luna, el 20 de julio de 1969, es uno de los más grandes proyectos científicos, tecnológicos y de innovación que se hayan acometido en la historia de la humanidad.

Me es de particular interés el repasar la historia, no sólo porque recuerdo el momento en que las imágenes aparecieron en la televisión -por supuesto en blanco y negro- con suficiente nitidez para entender que era un pequeño paso de un hombre, pero un gran salto de la humanidad, sino también porque he sido testigo de esa historia, desde sus orígenes a principios de los 60s, hasta los subsecuentes logros y desarrollos que nos traen al presente, 50 años después.

El 12 de septiembre de 1962 en la Universidad de Rice en Houston, Texas, el Presidente de los EUA, John F. Kennedy, dio uno de sus más famosos discursos, en el que lanzó el reto a la nación entera para poner al hombre en la Luna y regresarlo vivo a la Tierra durante esa misma década.

Eran todavía los inicios de la era espacial, en una carrera entre la URSS y los Estados Unidos por la conquista del espacio, en la que la URSS llevaba el liderazgo, en especial en vuelos tripulados.

El mensaje bien podría ser titulado "el espíritu determinado e inquebrantable de una nación por investigar, aprender, descubrir, probar, explorar, innovar, competir y ganar". Seguirá siendo un discurso excepcional y vigente por siempre como una metáfora de la visión y el empuje de una cultura emprendedora y de innovación.

"Escogemos ir a la Luna, no porque sea fácil, sino porque es difícil, y este objetivo nos servirá para organizarnos y retarnos a sacar lo mejor de nuestras habilidades y determinación, porque es un reto que estamos dispuestos a aceptar y no a posponer, un reto que pensamos ganar, así como otros", en una traducción libre de las frases centrales, que establece el reto y la motivación para la conquista de la Luna.

La historia es conocida, en esa misma década Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar la Luna. Al paso de los años, el interés por el espacio pareció perderse un poco, al menos para el público en general, y todavía hay críticos que argumentan que la conquista de la Luna no pagó la gran inversión que se realizó; que solo trajeron piedras lunares de regreso.

Pero hay otro fragmento del discurso que también se cumplió: "El crecimiento de la ciencia y la educación en nuestro país se verá...

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