Opinión Invitada / Cynthia Cantero Pacheco: Dar la cara a la corrupción

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La corrupción es un mal que nos aqueja todos los días y seduce con la promesa de facilitar las cosas. Sin embargo, sus efectos son desgarradores y nos afectan en todos los sentidos. Deforma todo lo que toca, atenta contra la productividad, disminuye la competitividad, reduce la inversión y, por tanto, frena el crecimiento.

Corrupción es el abuso del poder para el beneficio propio, y va acompañado de diversas acciones. Por ejemplo, la piratería, que en diferentes voces puede ser una conducta justificada, daña brutalmente a las familias mexicanas, dejando sin empleo a 480 mil habitantes por año. Esa corrupción que se ha diagnosticado como un cáncer que afecta nuestro país, nos cuesta 890 millones de pesos al año, según cifras presentadas en 2015 por el Instituto Mexicano para la Competitividad.

En mayo del año pasado se establecieron las bases constitucionales para la creación del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA), así como de los Sistemas Estatales Anticorrupción (SEA). A pesar de que el proyecto del SNA aún no se ha materializado en su totalidad, el Congreso del Estado ha dado ya un paso en esa dirección luego de la creación de la primera parte del Sistema Estatal Anticorrupción que, entre otros aspectos, enlazará a todos los entes públicos con acciones homogéneas de control, vigilancia, seguimiento, sanción y participación, creando una serie de mecanismos para prevenir la incidencia de los actos de corrupción en el Estado, como Códigos de Ética, protocolos de actuación y dispositivos de autorregulación.

La mística jurídica implícita en el SNA tiene como objeto delimitar los márgenes desbordados de la corrupción tanto pública como privada, con la finalidad de fortalecer aspectos axiales como el Estado de derecho, la rendición de cuentas y la gobernanza para el desarrollo; aplicando los tratados internacionales que nuestro país ha firmado en materia anticorrupción. El SNA se lanza con la encomienda de recobrar la confianza perdida, lo que ya conlleva una ardua tarea, debido a que el 56% de los ciudadanos considera que la corrupción es un problema poco o nada posible de erradicar...

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