Opinión Invitada / Fernando Padilla: Invento de comunidad

AutorOpinión Invitada

El invierno parece subrayarse, al caer de cada paso sobre el camino de tierra. Varios vientos encuentran viaje entre los densos pinos, mismos que levantan las restantes hojas del otoño. Arribamos a la cumbre de "La Antena", a mil 950 metros sobre el nivel del mar, se vuelve inevitable el sentimiento de euforia, al par del cansancio. Mis primos regiomontanos prometieron increíbles vistas al visitar Chipinque y cumplieron con su promesa.

Deseando pausar y respirar, tomé asiento en una sencilla banca de madera, la cual regalaba un imponente paisaje. Una alfombra de nubes cubría a la Sultana del Norte. Pasaron unos minutos y en la esquina contraria de la banca tomó asiento un hombre de mayor edad. Con una sonrisa dibujada en su rostro, respiró profundamente y clamó: "No hay mejor catedral que la montaña". Posteriormente entramos en conversación, intercambiando vivencias y compartiendo el goce del espectáculo. No pasó mucho tiempo para que se levantara y continuara su camino.

Las civilizaciones han evolucionado, alcanzando tecnologías nunca antes imaginadas. Indiscutiblemente mucho ha cambiado, pero entre las constantes que nos han acompañado y visto crecer, está la banca.

La banca es un asiento alargado, destinado a brindar a múltiples personas un lugar donde sentarse. De su origen se conoce poco, es un elemento que las civilizaciones fueron adoptando. Su fin inicial fue brindar a la base de la pirámide social un lugar donde se pudiera sentar. La parte superior contaba con un asiento individual. Por eso la palabra chairman se destinó para referenciar a aquel en el poder; al mismo tiempo los reyes contaban con su trono. Los griegos, según Homero, colocaban varios tronos adicionales para que los dioses pudieran sentarse cuando quisieran. Es decir, en la antigüedad, la silla era un artículo que simbolizaba la dignidad y el poder, tanto del poseedor como del Estado. No eran de uso ordinario. Realmente fue en el siglo 16 cuando las sillas se volvieron habituales, anteriormente su producción era limitada. No por nada no encontramos sillas referenciadas en la Biblia, o en los textos de Homero (pese a mencionar tronos)...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR