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Opinión Invitada / Francisco Hernández Mercado: Como ganarse la lotería

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Vincent
AutorOpinión Invitada

Existe una diferencia abismal entre un país pobre y un país con pobres. México está calificado por el Banco Mundial como una nación de ingreso medio, lo que significa que pobre no es, aunque por otro lado, definitivamente somos un país con demasiados pobres. Según los resultados de la Medición de Pobreza 2012 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), existen 53.3 millones de pobres; irónico si tomamos en cuenta que el hombre más rico del mundo es mexicano y su fortuna oscila por los 72 mil millones de dólares.

La situación económica en México no es nada alentadora, tener una carrera ya ni siquiera asegura un salario digno. La canasta básica, la gasolina, el transporte público y hasta el refresco cuestan más, pero eso sí, nuestras distinguidas autoridades aprobaron para este año un modesto aumento al salario mínimo de 2 pesos con 80 centavos (una verdadera mentada ¿cierto?). Por ello no es de extrañar que muchos jóvenes y no tan jóvenes sueñen con dedicarse a una de las dos actividades más redituables en nuestro país: empresario o político.

Con las trabas fiscales y la pesada tramitología para sacar un simple permiso para abrir un negocio, sumada a la desconfianza de las instituciones financieras para otorgar créditos, muchos ciudadanos optan por el segundo camino. No es para menos, en nuestro país ser diputado es uno de esos trabajos de en sueño, ganar mucho y trabajar poco (salvo contadas excepciones).

Precisamente como manzana de la discordia, la asignación de candidatos uninominales y plurinominales provoca cada tres años que salgan oscuras negociaciones, trampas y traiciones con tal de tener un lugar asegurado; situación que siempre termina dañando internamente a todos los partidos. Tal vez por ello AMLO decidió en Morena evitarse todo este conflicto y aunque cuestionable, decidió echar todo a la suerte y literalmente rifó en una tómbola todas sus candidaturas plurinominales.

Hagamos las cuentas, según el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio del 2015 la percepción total anual neta de un diputado federal es de 1 millón 446 mil 145 pesos (120 mil 512 mensuales), a esto hay que incluir prestaciones anuales por 665 mil 463, las...

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