Opinión Invitada / José Mario Rizo Rivas: Planear la sucesión

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Aunque un cambio puede ser sinónimo de turbulencia, no hay que olvidar que también representa una oportunidad para mejorar.

Una sucesión exitosa no sólo se trata de elegir al sucesor correcto, sino de darle las herramientas que lo empoderen.

La palabra crisis puede tener connotaciones de inestabilidad o gravedad, pero en otras culturas abre nuevas posibilidades. Por ejemplo, en chino, significa peligro y oportunidad; en griego, implica decidir. Esto es precisamente lo que una sucesión representa en una empresa familiar. Una etapa turbulenta, arriesgada, pero la oportunidad de darle nuevos bríos a la empresa.

¿De qué depende una transición exitosa?

Para empezar, me gustaría enfatizar la importancia que representan los negocios familiares para las economías, al ser una fuente de empleos e ingresos. Este tipo de organizaciones son las más comunes en el mundo y pueden ir desde la tiendita de la esquina hasta grandes empresas con cientos de empleados. Sin embargo en las empresas familiares la sucesión es un tema delicado que muchas veces no se previene, y es uno de los motivos por los que los negocios no sobreviven al cambio generacional.

EMPEZAR DESDE ABAJO

Existen diversos retos al momento de elegir al sucesor de una empresa familiar, y este proceso debe comenzar lo más temprano posible. Se recomienda que a la persona elegida para suceder al fundador se le involucre desde temprana edad en las labores de la empresa. Por ejemplo, en el artículo anterior hablábamos de la familia Agnelli; una de sus tradiciones consistía en que los miembros de la familia debían trabajar como obreros para conocer la empresa de arriba a abajo. De esta forma, podían conocer cada recoveco del negocio e incluso identificar áreas de oportunidad.

TRABAJAR EN EQUIPO

Al tomar un puesto en el negocio familiar, el futuro sucesor no solo debe estar familiarizado con las responsabilidades y procesos que demanda el cargo, también es necesario que transmita adecuadamente sus órdenes a su equipo de trabajo. De nada...

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