Opinión Invitada / Luis Cisneros Quirarte: Alfaro y AMLO: el primer año

AutorOpinión Invitada

Transcurrido el primer año desde que los jaliscienses se dieron la coexistencia de Gobiernos federal y estatal inéditos, de los partidos Morena y MC, cabe reflexionar sobre la complejidad de la relación entre dos actores políticos -AMLO y Alfaro- y sus respectivos movimientos, los cuales, además de compartir otras características, llegaron al poder tras el descrédito de la partidocracia y la segunda venida del PRI.

Clemente Castañeda -politólogo al fin- lo señaló hace unas semanas en la convención estatal del partido del que es dirigente nacional: Movimiento Ciudadano enfrenta la doble coyuntura de ser partido en el Gobierno en Jalisco y de Oposición en México.

Diría yo: se trata de una encrucijada. Las estrategias que corresponderían a cada situación en cierto modo se contraponen. Y es esa disyuntiva -me parece- la que ha marcado los primeros siete meses del gobierno alfarista.

El primero de los tramos en que podemos dividir este periodo estuvo significado por la tensión entre ambos gobiernos y una más o menos declarada hostilidad. Los desencuentros por el presupuesto en diciembre situaron a Enrique Alfaro como un referente de Oposición a escala nacional, sobre todo entre analistas políticos recelosos de los riesgos de una regresión autoritaria del país. Podría atribuirse el largo periodo de desabasto de gasolina que afectó a Jalisco durante enero, a cierta actitud revanchista del presidente. Entonces quedaron en evidencia los costes de mantenerse como Oposición, así como el dilema referido: Alfaro tiene la responsabilidad de dar resultados en el ejercicio de gobierno y su margen de maniobra está restringido por el respaldo de la Federación.

El segundo tramo en la relación viene dado por el establecimiento de una alianza, o cuando menos un entendimiento mutuo, a partir de febrero. El compromiso de AMLO de concluir la Línea 3 del Tren Ligero, por ejemplo, así como el apoyo de los legisladores federales emecistas para la creación de la Guardia Nacional, apuntan a ello. Es en este momento en el que aún nos encontramos, pese a los equívocos que pudieran haber surgido por las últimas revelaciones de los negocios de empresas de medicamentos vinculadas al primer círculo del Delegado Carlos Lomelí con la actual Administración federal y otros gobiernos locales de Morena, y que al parecer el Delegado atribuye al empresario Claudio X. González.

Por si fuera poco, la responsabilidad del alfarismo en tanto corriente política que...

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