Opinión Invitada / Mario Arroyo: Opus Dei: 90 años

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Noventa años son muchos para una persona. A esas alturas de la existencia bien se puede tener una mirada retrospectiva y valorar el panorama de lo que ha sido la propia vida, con sus aciertos y errores, éxitos y fracasos. Ver lo que se ha sembrado, lo que se ha cosechado, lo que ha quedado y juzgar así si ha valido la pena. Noam Chomsky, por ejemplo, está en sus noventa años... y en el ocaso de su vida; es un momento oportuno para hacer un balance.

Pero si en las personas físicas 90 años son muchos, en las morales no lo es tanto, y para la bimilenaria vida de la Iglesia, no es prácticamente nada. Estamos en los comienzos. Y eso es lo que sucede con el Opus Dei ("Obra de Dios" en latín), institución de la Iglesia católica que el 2 de octubre cumple 90 años de existencia: es un buen momento para hacer un "balance de los comienzos".

En efecto, sin tener todavía la solera que los siglos otorgan, el Opus Dei puede contemplar cómo ha conservado el espíritu que legó san Josemaría, su fundador, y cómo lo mantiene vivo, es decir, no como en conserva, esclerotizado o momificado, como si de una pieza de museo se tratase. A estas alturas de su historia, la Obra de Dios ya cuenta con su fundador y el primer sucesor de este en los altares (el primero es santo, beato el segundo), el actual Prelado o cabeza visible de la Obra es la cuarta persona al frente de la institución, su labor y prestigio se han consolidado. También, todo hay que decirlo, ha tenido que sortear no pequeñas tormentas, como es normal que suceda a todo aquel que aspire a pasar por el mundo dejando su impronta: no a todos les gusta. Así, la beatificación del fundador generó polémica e incluso la institución en su conjunto ha servido para alimentar la ficción literaria y cinematográfica con marcados tintes anticristianos de Dan Brown.

Ahora bien, dice un refrán que "no importa que hablen mal de ti, lo importante es que hablen". En esos casos las fantasías literarias y cinematográficas sirvieron de publicidad indirecta. Mucho se hablaba de la Obra (como coloquialmente la designamos), y muchas ocasiones hubo de explicarla. Pero el aluvión de la inesperada y no buscada popularidad también propició el crecimiento de la leyenda, es decir, lo que la gente se imaginaba, con mayor o menor precisión, sobre el Opus Dei.

Por ello, a los 90 años, es bueno recordar algunas ideas sobre lo que no somos primero, y sobre nuestra auténtica identidad después, por lo menos la que creemos o queremos tener. Lo...

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