Opinión Invitada / Mario Rizo: EQ: inteligencia que supera al IQ
Autor | Opinión Invitada |
Sí, el coeficiente intelectual (IQ) es importante para el desarrollo del ser humano, pero también lo es el coeficiente emocional (EQ). Es por eso por lo que a partir de este articulo hablaremos de un tema fundamental: las habilidades blandas que hacen al líder.
Casi a punto de cerrar los años 90, Daniel Goleman popularizó el término "inteligencia emocional" gracias a un artículo bastante popular de la Harvard Business Review ("Qué Hace a un Líder").
En él, Goleman compartió los resultados de un estudio que realizó entre directivos de aquel entonces, y encontró que los más exitosos tenían no solamente una mente analítica y recursos para desarrollarse, sino habilidades blandas, las que tienen que ver con el aspecto social y emocional.
Goleman dice que las buenas ideas y el intelecto ayudan a que se abra la puerta a mejores oportunidades. Y que la empatía, el autocontrol de las emociones y la motivación se encargan de que un líder destaque. Travis Bradberry, autor del libro "Inteligencia Emocional 2.0", también dijo algo parecido: cuando se trata del ascenso en el trabajo, la inteligencia emocional es un factor clave para que un empleado avance de una posición sin personal a su cargo a otra de supervisión o gerencia.
Sin embargo, cuando se llega a los puestos directivos, la inteligencia emocional pierde importancia y, poco a poco, su presencia se desvanece porque su desempeño se mide con aspectos más inmediatos (y a veces efímeros), como utilidades generadas en un trimestre.
Mas eso deja de tener relevancia a largo plazo. Nos movemos por emociones, afirman tanto Goleman como Bradberry. En mayor o menor medida están involucradas en nuestras decisiones.
Primero, entendamos lo que no es, como la personalidad. Es decir, aquello con lo que nos identificamos (gustos, preferencias de vida) y que se define temprano en nuestro desarrollo. Ser introvertido -un aspecto que no cambiará en alguien- es fijo. Y no es únicamente ser simpático. También cuenta el control de las emociones propias y cómo las reconocemos en los otros. Dicho esto, la inteligencia emocional puede desarrollarse si se toman en cuenta los siguientes componentes:
Conciencia de uno mismo. Reconocer lo que sentimos, cómo lo sentimos y por qué. Esto ayuda no a reprimir emociones...
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