Padecen viacrucis laboral

AutorKarina Suárez

Tres años en un intermitente compás de espera, de idas y venidas por los pasillos de la Junta Local de Conciliación y Arbitraje de Jalisco (JLCA), de promesas escondidas entre rebuscados vocablos que sólo utilizan los abogados.

Finalmente Míriam y su esposo abandonan el recinto con el anhelado finiquito que les adeudaba la empresa de transporte para la que trabajaban.

"Cuando llegué aquí en el 2010 me dijeron que había demandas con 10 años aquí", relata Míriam mientras espera a que su esposo afine los últimos detalles de la resolución.

Un par de firmas y luego el salir presuroso de sus pasos que se confunden con el trayecto desorientado de aquéllos a los que aún les queda un rosario de citatorios y audiencias que podrían demorar de meses a años.

Al interior, las pilas de expedientes archivados en deslucidos fólderes amarillos y azules que comparten espacio con bolsos de dama, mochilas, vasos desechables y envases de comida son un panorama recurrente.

Nombre, edad, tiempo laboral en su último empleo, causas de la controversia laboral son parte del interrogatorio inicial que deben de responder los presuntos afectados.

La voz de otro hombre que fue despedido injustificadamente después de 20 años de trabajo se entrelaza con la narración que presenta como evidencia sus nudillos golpeados tras una supuesta pelea con su jefe.

Así, desde las primeras horas de la mañana el movimiento monótono de los ventiladores resulta insuficiente para desahogar el calor de las quejas y de la sensación de enclaustramiento que generan los documentos desordenados.

Por ello, en el patio central, los litigantes buscan un respiro entre audiencia y audiencia. Un cigarro para hacer más llevadera la espera. Un momento para bolearse los zapatos, para charlar con los colegas y organizar la reunión del próximo fin de semana.

"¿Ya listo para el viernes?, la otra semana se escondieron, a ver si ahora sí se arma el viernes", expresa un abogado a su acompañante mientras camina con una decena de sobres amarillos.

La seguridad con la que los licenciados en Derecho caminan por la Junta, que consideran como un segundo hogar, contrasta con la incertidumbre que rodea a las personas que acuden por primera vez.

Ellos sólo están al amparo de la señaléctica impresa sobre hojas de papel y "post-its", y si requieren consultar algún expediente o libro de Gobierno tendrán que aguardar hasta las 15:00 horas. Así lo determina la operación del lugar.

"Los señores abogados, si ellos saben las...

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