Palabras ocultas

AutorRebeca Pérez Vega

La fantasmagoría era una noción del siglo 18 que provocaba visiones espectrales, de seres que en realidad no estaban ahí.

Si se hace una analogía con lo que ocurre en la sociedad contemporánea parece que el velo de misterio, de las fake news y la sobre información; provocan un fenómeno similar de apariencia de prosperidad y globalización, que apenas empieza a desenmascararse, relata el artista urbano Said Dokins (Ciudad de México, 1987).

Bajo esa premisa, el creativo hace una reflexión sobre la fallida idea de progreso que existe en el mundo con la "Serie Fantasma. Palabras Ocultas".

La colección, que surgió a raíz de la colaboración con el estudio tapatío Ugly Food House, impulsado por Ivonne Adel Bureos y Karmelo Reyes, en la que experimenta con distintos materiales para crear obras gráficas, se expondrá desde el 27 de marzo y de manera virtual a causa de la cuarentena causada por el coronavirus.

"Toda esta idea de progreso y bondades de la globalización se desenmascaran con asuntos como la pandemia que estamos viviendo y que tiene que ver, por un lado, con el control totalitario y, por otra parte, la situación más laxa de la democracia, que es más permisiva ante la emergencia", describe el artista que ha hecho intervenciones en sitios como el Museo de Arte Urbano y Contemporáneo de Munich, así como en sitios públicos de la Ciudad de México, en la frontera con Estados Unidos, Francia, Londres y España.

"Pero en ninguno de los casos vemos globalización de la ayuda comunitaria, ahora es sálvese quien pueda y un poco la serie tiene que ver con las ilusiones que nos habíamos creado y que ahora se están desenmascarando".

Esta serie, que tendrá tres entregas en total, se creó a partir de una residencia que el artista, especializado en caligrafía y arte urbano, realizó en el Ugly Food House, que tiene también una extensión en la Ciudad de México.

Desde hace semanas el artista ha experimentado con diversas tintas, hasta materiales metálicos, brillos y transparencias, hoja de oro y obsidiana, para crear una apariencia que refleja varias texturas y capas, para que el espectador mire más de cerca la interacción de los elementos y descubra mensajes ocultos.

"El mejor momento para hacer residencias es justo ahora, en una cuarentena, porque esta residencia es un espacio para trabajar dentro del taller, eso permite tener mayor producción, tener espacio para reflexionar, experimentar y hacer", relata.

Said Dokins tiene múltiples influencias que tienen...

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