El Palacio, una burbuja

AutorErnesto Núñez

MÉXICO.- Convertido en un búnker, el Palacio Nacional resguarda a una nueva familia en el poder: los Peña y los Rivera ocupan dos mesas en el patio central frente a la fuente del Pegaso.

Alrededor suyo, 740 invitados degustan bocadillos mexicanos, mezcal, tequila y aguas frescas.

Los salones, pasillos, escalinatas y patios del Palacio proyectan luces verde, blanco y rojo. Seis estatuas vivientes representan a los héroes "que nos dieron patria y libertad".

Y en las mesas, sobre manteles blancos, descansan flores, molcajetes, anafres, copas de vidrio soplado, floreros, veladoras, platos y una banderita de México envuelta en cada servilleta.

Todo está en su lugar. Ni la lluvia entra a este recinto resguardado por cientos de guardias presidenciales que forman un cordón de seguridad detrás de tres líneas de granaderos de la Policía Federal y la Policía del Distrito Federal, que desde el viernes rescataron y tomaron el Zócalo.

No se alcanzan a escuchar, adentro, los chiflidos de unos cuantos inconformes que se pudieron mezclar entre los priistas mexiquenses que ocupan la Plaza de la Constitución desde media tarde.

Los invitados, debidamente acreditados con un gafete con código de barras, ocupan su lugar en las distintas mesas colocadas alrededor de las dos mesas de honor.

El gabinete, el cuerpo diplomático, legisladores y líderes de la oposición atestiguan el regreso del PRI a los protocolos de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR