Paloma Ramírez / Cinefobia

AutorPaloma Ramírez

Desde hace tiempo que poco disfruto de ir al cine. Cada vez que voy me siento robada. Y robada o embaucada por muchos, por la empresa que proyecta las películas, por la crítica que promete una gran historia, por el actor o director que ha acumulado infinidad de premios del medio...

Después de la última escena, cuando prenden las luces y comienzan a correr los créditos, la sensación que me queda es casi siempre la misma: una de vacío. ¿Qué es lo que he visto? Un par de días después de haber ido al cine no podría recordar gran cosa del argumento o de los personajes, quizá subsista en mi memoria alguna cara bonita o un efecto digital en donde aparecen cientos de mohicanos en acción, pero eso sería todo.

Para comprender mi malestar es que me he preguntado, ¿qué es ir al cine? Por un lado, está el lugar físico y, por el otro, el lugar al que uno se transporta durante hora y media, que es lo que dura la cinta. En cuanto al lugar físico, me consta que ha evolucionado de manera sorprendente. Uno paga su entrada y tiene derecho a una butaca numerada y bastante cómoda, a una sala con aire acondicionado, en donde las proyecciones son cada vez más nítidas en cuanto a imagen y sonido se refiere. Sin embargo, nadie se salva de media hora de comerciales que, por un lado, buscan, mediante cortos de otras películas, que uno regrese al cine y, por el otro, que uno compre algo más, como un coche o un plan para celular. Y, aquí, es donde la industria del cine comienza a fastidiarme. ¿Cómo es que pago un boleto, que limpio (sin incluir palomitas y refresco) puede ir de 60 a 160 pesos, para, luego, tener que chutarme media hora de anuncios? Una cuarta parte de mi estancia en sala, pagada con dinero de mi bolsillo, ha sido rellenada con basura comercial.

Después está el lugar al que uno se transporta mediante la historia que se proyecta en pantalla. O el producto por el que uno se toma las molestias de asistir a la premier que se ha anunciado con bombo y platillo y que, a fin de cuentas, dista mucho de ser una obra maestra propia del séptimo arte.

El trabajo impecable del director sueco Ingmar Bergman que, con motivo del centenario de su nacimiento, se proyecta en...

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