Papá y policía

AutorDaniel Gaspar

En el trabajo, Luis Ángel García Delgadillo se arma con pistola y chaleco antibalas, pero no sólo lucha contra el crimen si no contra los tabús ya que en sus días libres carga con la pañalera y suficientes biberones.

Él tiene 32 años, y está en el Grupo Cobra de operaciones especiales de la Comisaría de Tlaquepaque, pero enviudó hace poco más de un año cuando su esposa murió de un infarto al mio cardio, en ese tiempo su bebita tenía apenas cuatro meses de edad.

Además de lidiar con el duelo por perder a su esposa, García Delgadillo recibió un golpe de realidad cuando se dio cuenta de que ahora él era quién tenía que cuidar a su hija, encargarse de alimentarla y educarla.

"Me pasó por la mente varias ocasiones, el no llegar a ser un buen padre, no llegar a ser un ejemplo para ella, el qué dirá sobre todo la gente de que yo estoy cuidando a mi hija porque yo estoy solo con mi hija", confesó.

Para él, la etapa más difícil fue la de la lactancia pues los biberones no eran remplazo para la leche de la madre.

"El preparar las mamilas, el levantarme yo en la madrugada para prepararle un biberón, calentarla porque a veces uno como hombre, pues no nos preparan para eso", aseguró.

En la Comisaría él trabaja turnos de 24 horas con descansos de 48, y el mejor momento del día es cuando...

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