Perspectiva Empresarial / ¿Jalón de orejas para prevenir muertes?

AutorCarlos Hermosillo

Dos jóvenes futbolistas profesionales fueron detenidos por manejar en estado de ebriedad y castigados con un vergonzoso "jaloncito de orejas", reflejo de la triste realidad de la nula capacidad de la Secretaría de Vialidad.

En Jalisco mueren cada año alrededor de mil 200 personas y otros tantos quedan heridos gravemente, estadística que sería motivo de escándalo en cualquier país civilizado. Podría apostar que en Guadalajara mueren más personas por accidentes automovilísticos que en países enteros como Australia, Bélgica o Noruega.

La condición en que manejaban esos dos irresponsables es la causa de la mayoría de los accidentes mortales en nuestra Ciudad por lo que sorprende la pasividad con la que el Gobierno ignora este problema, en particular la Secretaría de Vialidad. Esta Secretaría está dirigida por alguien que, cuando asumió su cargo, cándidamente aceptó que de vialidad no tenía ni idea y las leyes que privan en la materia no ayudan, pero también es su responsabilidad proponer las leyes que le permitan cumplir su misión, que debiera incluir la seguridad de automovilistas y peatones, así como la eficiencia en la vialidad en las calles y avenidas, ninguna de las cuales se cumple.

Los límites de velocidad se violan y la autoridad no hace nada para evitarlo, sobre todo cuando existe tecnología barata y a prueba de corrupción, como son radares equipados con cámaras que registran a cualquier vehículo que rebase el límite de velocidad con la irrefutable prueba de una fotografía. Las señales de alto pueden estar en el piso y borrosos, en un poste o en el árbol que esté más a la mano.

La agilización de la vialidad fracasa por la falta de capacitación de los agentes viales que toleran de los automovilistas actitudes en cruceros conflictivos y en horas críticas, como es el darle el último estirón a su derecho de paso marcado por el semáforo, en detrimento de los que circulan en el otro sentido y más grave aún porque se quedan atorados en medio del crucero. Esto los agentes no lo sancionan, vamos, ni siquiera lo detectan como problema. La corrupción de los agentes viales es grave y evidente, y es increíble cómo se les tolera. Basta ver el tiempo que le dedican "negociando" cualquier incidente con algún automovilista y cómo en cualquier accidente buscan la forma de extorsionar a los involucrados con presiones que van desde llevar los vehículos al corralón hasta notificarles del monto de multas incurridas, pero más notorio aún es cómo se ensañan...

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