PLAZA PÚBLICA / Cordero: malas compañías

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Candoroso o carente de escrúpulos, Ernesto Cordero está dispuesto a recibir toda clase de apoyos, aun los menos recomendables, con tal de ser candidato presidencial del PAN. El 17 de junio recibió en Palacio Nacional a 70 alcaldes panistas y cuatro diputados locales de la misma filiación. Viajaron desde Veracruz a verlo, traídos a este acto de cargada política que parecía exclusivo del PRI, por Miguel Ángel Yunes, el ex director del ISSSTE y candidato derrotado por Javier Duarte, hoy gobernador de esa entidad. Aunque era obvio que su visita en la sede del Poder Ejecutivo obedecía al propósito de expresar al secretario de Hacienda su simpatía como aspirante a la postulación presidencial, Cordero los atendió acompañados por personal bajo sus órdenes, en una deliberada confusión de sus papeles de miembro del gabinete federal y precandidato.

Unas semanas más tarde, Cordero viajó a Monterrey dentro de su gira de proselitismo. Allí fue recibido, el 7 de agosto, por el alcalde de esa ciudad, Fernando Larrazabal, y el delegado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Zeferino Salgado. El primero de ellos está hoy envuelto en un grave conflicto político penal, la crisis del juego en Nuevo León. Por su parte, Yunes, una y otra vez señalado con evidencias documentales de conductas públicas ilícitas, se lio en una reyerta con Elba Esther Gordillo, su antigua protectora, en que ambos sacaron sus trapitos al sol. La presidenta del sindicato magisterial podría proveer a Cordero de suficiente información sobre Yunes. Imagino que el secretario de Hacienda mantiene buena comunicación política con ella. ¿O no la profesora, aunque distanciada del Presidente, apoya en la contienda por la gubernatura de Michoacán a Luisa María, la hermana de Felipe Calderón?

Larrazabal y Salgado forman parte de la neocúpula, como llaman en Monterrey a la tríada que desplazó del mando panista a los grupos tradicionales. El tercer miembro de ese núcleo, y quien organizó el apoyo del alcalde y el director del centro SCT al secretario de Hacienda es Raúl Gracia Guzmán, que es una suerte de delegado presidencial en Nuevo León. Aunque se desempeña en una posición en apariencia menor, miembro del consejo estatal de la judicatura, participa en decisiones relevantes y protesta contra medidas que lesionan a su grupo. Tuvo una diferencia, por ejemplo, con Fernando Canales Stelzer, ex secretario del Ayuntamiento de San Pedro, por el despido de un funcionario amigo de Gracia Guzmán...

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