Plaza Pública / Honorable Congreso de la Unión

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

No se había visto nunca que una Cámara urgiera en público a su colegisladora a dictaminar. El mensaje insólito cursado ayer, a través de la prensa, de San Lázaro a Xicoténcatl es uno de los inesperados rasgos del nuevo papel del Congreso, alimentado por la presencia relevante de más de uno o de dos partidos, y nutrido también por la coyuntura política externa al trabajo parlamentario.

Los coordinadores de los seis grupos en la Cámara de Diputados -Francisco Barrio, del PAN; Emilio Chuayffet, del PRI; Pablo Gómez, del PRD; Manuel Velasco, del PVEM; Jesús Martínez Álvarez, de Convergencia; y Alejandro González Yáñez, del PT- exhortaron el sábado "a los señores senadores para que con estricto respeto a sus facultades constitucionales, y sin menoscabo de la acuciosidad que merecen las leyes fiscales haga (sic, por hagan) suya la preocupación de la Cámara de Diputados para dar cumplimiento al mandato constitucional que nos obliga a resolver a más tardar el quince de noviembre, sobre el paquete económico".

Los miembros de la Junta de Coordinación de la Cámara recordaron al Senado la reciente reforma a la fracción IV del artículo 74 constitucional "para lograr que la aprobación anual de las leyes fiscales y el presupuesto de ingresos se hiciera en tiempo, a fin de dar certeza jurídica a todos los sectores". Recordaron también que "de conformidad con dicha reforma, la Cámara de Diputados tiene como plazo el próximo quince de noviembre para autorizar el presupuesto de egresos de la federación". Y advirtieron que "dicho plazo no podría cumplirse si el Senado de la República no nos envía con oportunidad las observaciones que, en su caso, formule al paquete de ingresos, que le fue turnado por la Cámara de Diputados con fecha tres de noviembre".

La verdad es que el mensaje debió ser remitido antes en dirección contraria, porque los senadores no han incurrido en mora, y sí lo hicieron sus colegisladores. Ellos recibieron dos meses atrás los proyectos presentados por la Presidencia de la República, y sólo aprobaron los que debe conocer también el Senado el 29 de octubre. Luego, como se dice en la jerga nacional alusiva a los puentes vacacionales, "se atravesaron" los días de muertos, y sólo después del asueto remitieron la minuta. Apenas tres días después dieron esa muestra pública de impaciencia, a la que los senadores respondieron que ellos también tomarán su tiempo y el próximo viernes 12 devolverán la minuta a San Lázaro, con lo que los diputados dispondrán de tres días para concluir su tarea, con la aprobación, que le es exclusiva, del plan de gasto.

Según parece, los senadores demorarán hasta el viernes próximo porque algunos de ellos proponen modificar disposiciones con que a su vez los diputados enmendaron las iniciativas recibidas de Los Pinos. Entre los puntos que deberían ser sometidos a nuevo debate entre los diputados...

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