DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Oposición indispensable

AutorCatón

El alto y fuerte mocetón del campo se casó con la muchacha de la ciudad. Cuando volvieron de la luna de miel alguien le preguntó al musculoso recién casado cómo le había ido. Contestó él muy intrigado: "Susiflor es muy rara. Cuando me vio por primera vez sin ropa, ladró". "¿Cómo que ladró?". -se sorprendió el que había preguntado-. "Sí -confirmó el grandulón-. Hizo: '¡Wow!'"... He aquí tres buenas frases sobre el vino. La primera: "El vino mejora con la edad, y la edad mejora con el vino". La segunda: "El vino es la respuesta a todas las preguntas. Pero, después de beberlo, todas las preguntas acaban por ser irrelevantes". La tercera: "El vino es la parte espiritual de una comida. El alimento es sólo la parte material". Esto último lo dijo Alejandro Dumas... El sargento le preguntó al soldado: "¿Cuántas son 7 por 3?". Con voz fuerte y decidida respondió el soldado: "¡73, mi sargento!". "Así me gusta -comentó el sargento, satisfecho-. Pendejo, pero enérgico"... A ese torbellino llamado Andrés Manuel López Obrador se le olvidó que él también es humano. La naturaleza, madremadrastra, le cobró su cuenta, y tuvo esa afección cardiaca que lo llevó al hospital. Al decir de los médicos que lo atendieron, en adelante el paciente -extraño nombre tratándose de López Obrador- deberá llevar una vida de menos agitaciones. Es claro que lo dicen en terminología médica, que no política, pero aún así será difícil pedirle reposo a ese hombre que tan cerca del huracán ha estado siempre. Sea cual fuere el calificativo que se imponga a las formas de oposición que emplea AMLO lo cierto es que en estos tiempos, y con este PRI, su oposición es indispensable. Hoy por hoy la vida pública de México no se puede entender sin López Obrador. El País necesita que se recupere. Yo, por mi parte, deseo su recuperación... El Padre Arsilio se dirigía en autobús a un pequeño pueblo en el que nunca había estado. De pronto el hombre humilde que iba a su lado rompió a llorar desconsoladamente. "¿Qué te sucede, hijo?" -se preocupó el sacerdote-. Respondió el pobre tipo: "Es que me gano la vida llevando cosas en un carretón. Ayer se me murió el caballo, y no tengo para comprar otro. ¿Qué...

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