Eran polis ruidosos

AutorSantiago Vega, Grettel Rosales y Andrés Zúñiga

Con música alegre, de día o de noche, en vehículos oficiales y hasta uniformados, así es como elementos de la Policía de El Salto hacían fiestas en casa de Guillermo Abundis Díaz, presunto asesino de su pareja sentimental y escolta del director de la corporación municipal.

La noche del sábado, Abundis Díaz discutió con su amasia Perla Salinas Guzmán en su casa, ubicada en la Colonia Jardines del Castillo, pero en un forcejeo por la posesión del arma de cargo del oficial, la pistola se disparó y el tiro le dio en el cuello a la mujer, quien murió minutos después.

Cinco vecinos de la colonia donde tiene su casa Abundis Díaz, dijeron que en la finca hacían pachangas y a ellas acudían oficiales en servicio y en sus días de descanso.

"Se quedaban a tomar alguna copa ahí con ellos y ya de rato se iban", sostuvo Rosaura Montaño, miembro de un grupo de apoyo a colonos.

Según los habitantes del lugar, las fiestas eran calmadas, no había pleitos y cuando las hacían de noche acaban temprano.

Aunque una vecina aseguró haber reportado esto a la cabina policial en varias ocasiones, Erik García Hernández, titular de la Policía de El Salto, negó que existieran tales quejas.

"Aquí en la dependencia no se permite, ahora así a quien comete o se ve enredado en alguna situación...

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