Precipitan la visita en el fin de semana

AutorDaniel Millán y Ernesto Núñez

MURAL / México

MEXICO.- Entre el rechazo de sectores políticos, algunas y hasta caricaturas en diarios sobre su supuesto servilismo, José María Aznar llegó ayer a México para hablar con Vicente Fox sobre Iraq.

Tras una cena de dos horas, concluyó el encuentro sin que hubiera una presentación conjunta de los presidentes ni una declaración común, y con el mandatario español argumentando que no había llegado, como se afirmó, a presionar al mexicano a modificar su postura antibélica.

La visita del líder el Partido Popular, aliado declarado George W. Bush, cayó por sorpresa en el Gobierno mexicano.

El sábado pasado, Aznar comunicó a Fox su intención de visitar México, de acuerdo con versiones de Los Pinos. Ya en México, Aznar declararía que agradecía al mexicano haberle invitado.

Conocida la visita, Fox enfrentó desde el domingo los cuestionamientos sobre si Aznar vendría a presionarlo. Durante la semana el Presidente rechazó tal versión.

Apenas el lunes pasado llegó a la Cancillería la confirmación oficial de la visita.

El encuentro se empezó a armar con una Embajada sin embajador y una Cancillería sin canciller.

La recién nombrada Embajadora, Cristina Barrios, llegó ese día por la noche. El Canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, se quedó varado en Washington -donde estuvo el fin de semana por motivos personales- por una tormenta de nieve.

El martes, funcionarios mexicanos y una avanzada de Aznar pactaron que Fox abriría un espacio en la agenda el jueves por la noche.

Los dos países contemplaron realizar una presentación de credenciales...

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