Prefieren visitantes recreación a devoción

AutorJosé David Estrada

Aunque todos afirmaron profesar la fe católica, vecinos y visitantes del Cerro del Tesoro prefieren que se conserve tal como está, que verlo convertido en un santuario.

Respirar aire puro, hacer ejercicio, practicar la cetrería y admirar el paisaje citadino parecen ser prácticas más apreciadas que la oportunidad de tener a unos metros de distancia la que será una de las iglesias más grandes del mundo.

"Van a hacer un día festivo y esto se va a llenar de gente, es una mala idea porque nos van a quitar el cerro", visualiza Teresa Martínez, visitante del lugar, "la gente no está educada, van a traer basura, pañales, se va a perder la naturaleza".

Las consecuencias lógicas de una obra tan grande como lo será la Basílica, el tráfico, la urbanización del cerro y la llegada de miles de personas preocupan a vecinos y visitantes.

"No nos agrada mucho la idea, aunque sería bueno tener cerca a la Basílica la desventaja es el gentío, los problemas en el fraccionamiento, que la gente venga e invada los terrenos", señala Reina Fernández de Híjar.

Otros, como Miguel Angel Peña, aseguran que aunque siempre habrá críticas, la construcción de la Basílica traerá beneficios a la población de las orillas de la ciudad y además será un servicio más que la iglesia le ofrece a sus fieles.

El 23 de diciembre el rector de la Basílica de los Mártires, Monseñor Oscar Sánchez Barba, anunció que el santuario sería...

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