A protegerlas

AutorAdrián Basilio

¿Corres con rodilleras o con vendaje neuromuscular?

Estos implementos -el primero más conocido y el segundo es ese textil elástico adherible de colores- podrían no ser tan benéficos como crees para el cuidado de la articulación más grande del cuerpo, la cual, como los pies, tobillos, cadera y columna, sufre el golpeteo que implica la acción de correr.

"Su uso no es lo mejor para aquellos que corren", advierte Julio Pazos, responsable de fisiología del Centro Nacional de Evaluación y Seguimiento de Alto Rendimiento de la Conade.

"Mucha gente se predispone y, por eso los usa, pero la patela -nombre correcto del hueso conocido como rodilla- debe estar perfectamente alineada y para ello se necesitan músculos fuertes y al usar rodilleras o vendajes vuelves 'flojos' a los músculos que la rodean y soportan", explica Pazos.

Los tejidos del cuerpo que ayudan al funcionamiento de la rodilla son los meniscos y los ligamentos, lo cuales a su vez sirven como conexión con el fémur y la tibia, que son otros huesos que conforman la rodilla.

La mejor forma de prevenir lesiones en las rodillas al correr es fortalecer las piernas y, al mismo tiempo, cuidar la técnica que se usa al practicar esta actividad para no acentuar el desgaste que de forma natural tiene la articulación con el paso de los años.

CALENTAR Y ENFRIAR

Una de las lesiones más frecuentes de las rodillas es la rotura de meniscos o ligamentos y, aunque ésta es más común en jugadores de soccer o futbol americano, los corredores no escapan de ésta, sobre todo si no se tiene un adecuado calentamiento de mínimo 15 minutos antes de iniciar un entrenamiento o competencia.

Otra forma de garantizar la salud de esos tejidos es dedicar al menos otros 15 minutos para enfriar los músculos tras la actividad física.

"Tenemos dos meniscos en cada rodilla, uno interno o medial y uno externo o lateral. Ambos tienen forma de media luna, son como dos cuernitos o semidiscos, y tienen una función, como protectores de la rodilla, de amortiguarla y evitar que se desgaste rápidamente", expone Pazos.

"Actualmente, dependiendo del grado de una lesión, se hacen suturas microscópicas específicas con una especie de arpón que se introduce para reparar el menisco, salvar la mayor cantidad que esté sana.

"En caso de una lesión muy fuerte, sólo se quita la parte rota del menisco, y el resto se deja con el objetivo de que esa rodilla no se desgaste. Un menisco no se regenera", sentencia el...

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